“Un año de promesas, acciones y desilusiones”

“Un año de promesas, acciones y desilusiones”

Manuel Cruz

Para analizar el 1er año de gobierno que encabeza el Partido Revolucionario Moderno (PRM) hay que tomar en cuenta diversas variables; entre ellas, la coyuntura por la que ganaron, el contexto global, la falta de experiencia de Estado del presidente y los poderes fácticos que forman parte del gobierno.   

Desde esa perspectiva, hay que recordar que las grandes transformaciones no se construyen en un día ni con un solo hombre. Empero, tampoco olvidemos que la politiquería de campaña genera grandes desconciertos en el pueblo y contribuye a proscenios prematuros de deslegitimación social.    

Las Promesas.   

Dentro de las promesas exteriorizadas en campaña por el hoy presidente que podían materializarse en el 1er año algunas se cumplieron y otras no. Por ejemplo, la designación de una procuradora no partidista (la independencia no existe), y se prometió mayor transparencia y cercanía y hasta este momento se ha cumplido con eso.

Asimismo, se ofreció propiciar un régimen de consecuencias para los funcionarios que cometieran actos ominosos y en algunos casos se ha dado cumplimiento a esa promesa. Sin embargo, también hay otras incumplidas que pudieron haberse concretizado.

Verbigracia, en muchos casos la transparencia se ha quedado a medias pues se ha puesto de moda publicar decretos en fechas posteriores a su rúbrica. Por otro lado, a pesar de que hubo un reajuste para los policías no se cumplió con lo prometido ni tampoco en los programas sociales.

Además, en una entrevista para un reconocido periódico el hoy presidente dijo, “que en su gobierno no existiría un solo inmigrante irregular en el país” promesa que hoy dista mucho de la realidad. Esas y muchas otras pudieron perfectamente haber iniciado o materializarse en el 1er año de gobierno.    

Las Acciones.                                                                 

A pesar de las dificultades que ha generado esta “sindemia” (sanitaria, económica y social) nadie puede negar que también existen elementos muy positivos en este 1er año de gobierno. En ese sentido, el trabajo desarrollado por el Ministerio Público ha sido una labor titánica y de un inconmensurable valor para el país. 

De igual forma, la estrategia y logística para desarrollar el Plan Nacional de Vacunación ha sido muy efectivo; exceptuando las compras ya que ahí existe un axiomático desorden. Y, la forma en que se han escogido los miembros de las altas cortes, la Cámara de Cuentas y la JCE en un 80% han sido muy positivas.  

También, la decisión de construir un muro o valla en toda la frontera es una medida altamente positiva y reclamada hace años por el pueblo, el anuncio de la extensión del Metro de Santo Domingo y la cancelación de varios funcionarios que se han pasado de contentos, aunque algunos han recibido un trato privilegiado.

En ese mismo orden, los ingentes esfuerzos e inversiones que se han realizado para recuperar el turismo ya que es un elemento esencial de nuestra economía, la disposición de reformar y relanzar nuestra policía y el apoyo a las zonas francas y otros sectores productivos en busca de mantener e impulsar la economía.      

Las Desilusiones.                                                                 

Todavía al día de hoy los candidatos no entienden que el mayor hándicap de su futuro son las promesas desmesuradas, esa realidad no es ajena al presente gobierno y por eso en tan solo un año también han generado profusas desilusiones de las que podemos señalar las siguientes.

Una gran cantidad de electores coyunturales que apoyaron a las actuales autoridades hoy están convencidos de que el “cambio” fue solo un eslogan de campaña; toda vez que, han visto de manera precoz el aumento de todas las nóminas, los mismos prestamos, bocinas, tropelías y nombramientos de familiares que tanto criticaron.  

Asimismo, lo más displicente es que muchos funcionarios tienen una gran capacidad de ineficiencia y, han exteriorizado pletóricas improvisaciones evidenciado que no se prepararon para la administración pública del siglo XXI. Aunque no son todos, pero hay muchos que parece que se graduaron de ineptos Summa cum laude.

Dentro de ese contexto, el gobierno entero tiene una malísima comunicación estratégica y se percibe de empresarios. Otros se han concentrado en hablar de los ladrones del PLD y no han tenido la capacidad de desarrollar políticas públicas. Y, muchos se han convertido en la (BBC) bulto, bulla y cámaras; arrogantes y petulantes que están convencidos que el pueblo los ama solo porque odian a los del pasado.