Un desafío negativo nacional

Un desafío negativo nacional

Fernando Álvarez Bogaert.

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La humanidad en su trajinar constante, desde tiempos remotos, ha sido objeto de procesos desinformativos en momentos determinados de su vida. En tiempo de guerras y de paz, en momentos precisos de la cotidianidad del ciudadano ha hecho presencia este fenómeno ya existente pero fortalecido por la actual presencia de plataformas digitales de fácil uso, inexistentes costos y posibilidades universales de expansión, permitiendo su difusión de forma geométrica. De la desinformación en la red social estaremos compartiendo nuestras ideas en tres entregas.

Al referir la red social, tratamos de abordarla auxiliándonos de las herramientas teóricas y prácticas que permitan un discernimiento con la objetividad que siempre nos acompaña en nuestros trabajos.

La sociología aborda las redes sociales como los contactos directos o indirectos que relacionan a una persona o grupo con otras personas o grupos, sin importar etnia, raza, clase, género y credo; en consecuencia, ellas forman parte de nuestro diario vivir, es una dinámica de organización humana con presencia ya en sociedades muy antiguas.

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Tres hechos registrados en el ámbito de la tecnología permiten hilar el inicio del proceso actual de desarrollo de las redes sociales como fenómeno digital que abraza la geografía universal.

Era el año 1844, Samuel Morse digitaba puntos y rayas en su enmarañado dispositivo electrónico. Sin proponérselo, sentaba la primera experiencia en la historia de la humanidad de envío de mensaje de una persona a otra.

Desde Washington a Baltimore este mensaje: ¿What Hath God Wrought?, ¿Qué ha hecho Dios? registra una experiencia que dos siglos después, en el año 1989, Tim Berners-Lee al crear la World Wide Web, la define como “una forma de conectar cualquier cosa con cualquier cosa, como si estuviera sentado en un telar, no en un laboratorio.

Luego de la impronta de Berners-Lee, en el año 1997, Andrew Weinreich exclama “El desafío es encender una llama. Este es un servicio que pueden usar para hacer sus vidas más eficientes”, se refería a la puesta en circulación al público de la primera red social mundial: Six Degree.

Nos indican estos momentos y expresiones apoyadas, por el avance particular de Internet, que una nueva herramienta comunicacional podría estar en gestación y convertirse en una de las innovaciones de mayor impacto en la revolución tecnológica: la red social, un fenómeno que recorre el planeta, se inserta en los diversos estamentos de la sociedad y contribuye de modo exponencial en la construcción de lo denominado como “Cultura de conectividad”.

Según la firma Kepios, dedicada a la asesoría sobre la red social, en su informe: “Estadísticas de medios sociales: abril 2023”, refiere que 4,800 millones de personas en todo el mundo se conectan a la red social, un 59.9% de la población mundial. Destacando su crecimiento anualizado de 3,2 % a una tasa promedio de 4,7 nuevos usuarios cada segundo.

Nos adentramos en las próximas entregas, a los puntos neurálgicos de esta temática.