Dice el Director de la Policía Nacional, el mayor general Eduardo Alberto Then, que las muertes por riñas, producto de la delincuencia y la llamada violencia social se redujeron a cero durante el pasado fin de semana en el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo, lo que considera una consecuencia de los operativos nocturnos desplegados por la institución y que encabezó el propio director policial junto a sus oficiales.
Con tantos policías en las calles se siente uno tentado a creer en esa clase de milagros, que por supuesto aplaudimos y celebramos, sin ocultar el deseo colectivo de que así sea de ahora en adelante y para siempre, aunque seamos conscientes de que es demasiado pedir. Pero esos resultados nos están diciendo con claridad que sí es posible devolverle la tranquilidad perdida a los residentes en el Gran Santo Domingo, lo que compromete a las autoridades a mantener su presencia en las calles, en permanente alerta preventiva, pues parece la única manera de tener a los delincuentes a soga corta, y a los ciudadanos contentos y felices. Mantener esa presencia policial, conocido el alto costo que representa, es el gran desafío que tiene por delante el Gobierno.
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Un desafío que nuestras autoridades asumen desde hoy, con todas sus consecuencias, con el inicio en el Polígono Central del “patrullaje por cuadrantes”, que será reforzado por miembros del Ejército Nacional, y contará con el apoyo de drones para llevar la vigilancia a donde no pueden llegar los agentes.
Se trata de un gran esfuerzo por enfrentar el problema de la delincuencia y la inseguridad ciudadana desde una nueva dimensión que los ciudadanos estamos obligados a reconocerle al gobierno, pues seremos sus principales beneficiarios si este Plan Piloto funciona y puede replicarse a otros sectores.
Por eso hay que apoyar sin reservas el esfuerzo, pues necesitamos empezar a ganarle batallas a la delincuencia que nos acosa para dejar de sentir que estamos perdiendo la guerra.