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Las inquietudes de mis colegas banqueros son todas para mejorar el bienestar económico del país y de la población en general… Debemos tener gente seria y dedicada para mantenernos fuertes y sanos”… Así se despidió nuestro invitado Jorge Besosa hace dos semanas, mientras Píndaro se comprometió con nosotros a no dejarlo ir… Hoy, ¡lo tenemos de nuevo en plena meditación y, como siempre, con una amplia sonrisa!
En su mano derecha, una sugestiva copa colmada de una agua cristalina reflejo de su paz interior… “¿Sabes, Píndaro? –reflexiona con mirada escudriñadora y profunda-… Tomo agua porque debo hacerlo, porque es bueno para mi salud… Porque, poco a poco, me he acostumbrado a que me guste… Tomo agua todo el día y la noche… En la vida hay cosas que debemos hacer para nuestro beneficio, no importa si nos gusta o no, tenemos que acostumbrar al ser a saber vivir mejor, vivir con salud y con armonía… Igual que caminar y hacer ejercicios… ¡Hay que hacerlo casi todos los días, gústenos o no!”… Su mirada se orienta ahora al horizonte de un mundo empresarial al que estuvo ligado por varias décadas-… “Jorge –interrumpe Herminio-, ¿sientes nostalgia por tu vida en la banca dominicana?”… “Cada día tenía tanta variedad que no puedo describir un solo día –responde de inmediato-…. La organización mía era semanal y mensual, asegurando que pudiéramos cumplir con las expectativas del presupuesto monetario y de eventos… Cuando se hace negocios, es un asunto de planificar bien, ejecutar los asuntos y dar seguimiento para asegurar ajustes necesarios para que los asuntos sean sostenibles en el tiempo y beneficiosos en su funcionamiento… ¡Mi trabajo en estos últimos 45 años en la banca me ha llenado de mucha satisfacción, pues siempre fueron de mucha intensidad, variedad y resultados positivos tangibles!” –exclama, con una satisfacción que brota a través del brillo en sus ojos.
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“¿Qué has sentido al cambiar tu ‘código de vestir’ con tu retiro?” –cuestiona Píndaro-…. “Es un cambio significativo –responde-, pero me he acostumbrado relativamente bien, y rápido… He tenido que aprender a un paso menos intenso y a relajarme y a disfrutar más de la vida… Ahora hago más ejercicio, juego más golf, toco más guitarra y paso más tiempo con mi esposa y mis hijos… He tenido que aprender a estar más relajado… ¡Eso es un proceso al que todavía no me acostumbro tanto!… Sin embargo, Lena (Magdalena, mi esposa), y yo, llevamos felizmente 37 años de casados. Lena es cubana, pero se crió en PR donde nos conocimos y casamos… Nos complementamos muchísimo… Ella es más conservadora, yo más agresivo… El dicho de que los opuestos se atraen, con nosotros funciona muy bien… Lena es todo para mí… Muy jovial y muy simpática, y ha sido una esposa maravillosa y una madre ejemplar, pues al yo estar durante mucho tiempo involucrado intensamente en mi trabajo y con mis variados viajes, ¡ella se encargó muchísimo de nuestros hijos –Jordi, Cristina y Sofía-, y la crianza espectacular que les impartió!” –exclama con profundo orgullo-.
Con profunda curiosidad, Herminio le cuestiona: “¿Hacia dónde apunta el norte del Jorge ahora en libertad?”… “¡Quiero aprender a disfrutar la vida en su complejidad y totalidad… Lo estoy logrando, poco a poco –responde-… Me siento muy feliz con esta nueva libertad… ¡Así lo planifiqué!”… “¿Y todavía te das permiso para soñar?” interrumpe Píndaro… “Si, por supuesto, todos los días… El que no sueña no vive… Hay que asegurarse de que ese sueño sea lograble… Mientras más aterrizados sean tus sueños y aspiraciones mejor vas a estar y más probabilidad de que seas feliz en la vida”…-y, agrega-, “A los nuevos profesionales del área financiera les aconsejo trabajar arduamente en todos los aspectos de su trabajo, asegurarse de instruirse adecuadamente y llevar una labor equilibrada entre el éxito financiero y el éxito humano personal… Siempre tengan claro el camino… El área de las finanzas es muy importante para ayudar a los demás y hay que hacerlo con mucha responsabilidad y apego a los valores y principios adecuados en nuestra sociedad… ¡Buscar la felicidad en vivir plenamente con buenas practicas y costumbres!” –sentencia-.