FILE--Dominican Revolutionary Party (PRD) presidential candidate Jose Francisco Pena Gomez, gestures during A newS conference in Santo Domingo, Dominican Republic Friday, May 17, 1996. Pena Gomez, an advocate for the poor whose oratory incited an uprising that led to a U.S. invasion of the Dominican Republic, died Sunday May 10, 1998, after battling cancer. He was 61. (AP Photo/Marta Lavandier)
Lo fue en el año 1976 cuando elegimos presidente de la República a don Antonio Guzmán. El gacetazo y cuatro fallos injustos de la justicia le arrancaron cuatro senadores al partido que ganó mayoritariamente las elecciones: era el control de la justicia.
En 1994, sobreponiéndose al fraude electoral, José Francisco Peña Gomez impuso el Consejo Nacional de la Magistratura. Más que dos años de ejercicio presidencial reclamó la independencia del Poder Judicial. Como si un fraude le permitiera hacer posible la igualdad ante la justicia de todos los dominicanos, la de quienes votamos por él y la de los que hicieron el fraude: fue el intento de independizar la justicia.
Mas de dos años tardó en realizarse la convocatoria al Consejo de la Magistratura. Se buscaba deformar los resultados electorales y lo lograron cuando el senador Virgilio Castillo, senador de la República por la provincia Peravia, pasó de las filas de la alianza PRD-UCD al reformismo. Dos años en que movernos del curul se hizo imposible. Quedó desvanecida la primera mayoría, aunque no era discutible la segunda.
El voto del disidente se contó en su vieja y nueva casa. No se contaron los votos de los partidos participantes en el proceso electoral, se sumó la voluntad del representante.
Desde entonces percibí la importancia de una sociedad movilizada y la importancia de la sapiencia de los partidos políticos cuando se deciden a interpretar la voluntad social.
Estas son historias pasadas. Los abogados la llaman jurisprudencia, si la historia ayuda a regalarnos luces: fue la suma de legisladores y no el cálculo de los votos.