Aprovecho el mes de abril para referirme a una anécdota que tiene que ver con el título de esta entrega. Para recordar la epopeya histórica de abril del 65 y hacer un humilde reconocimiento a todos los que lucharon por la constitución y la Patria.
En nuestra historia reciente han ocurrido acontecimientos que aunque no se resaltan en los medios, guardaron relación con sucesos de gran impacto nacional como internacional. Uno de ellos fue el Pacto de Río Piedras, al que me he referido en otras ocasiones.
Fue un acuerdo político propiciado por Bosch desde el exilio en Puerto Rico, entre el Partido Revolucionario Dominicano y el desaparecido Partido Revolucionario Social Cristiano en el año 1965. Precisamente tres meses antes del levantamiento cívico militar que dio origen al Movimiento Constitucionalista.
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Las nuevas generaciones deben saber o recordar que en el 1963 se produjo el golpe de estado al gobierno constitucional de Bosch, apenas 7 meses después de haber asumido el poder. Fue el primer ensayo democrático desde que se inició la dictadura de Trujillo en el año 1930. O sea, que luego de casi 31 años de oprobiosa tiranía, se produjo un proceso electoral democrático que fue tronchado por la insensatez de sectores de poder junto a militares con mentalidad tan atrasada como ellos.
A tal efecto, desde septiembre del 1963 hasta abril del 65, surgió un Gobierno de facto, integrado por representantes de esos sectores de poder, denominado Triunvirato, que introdujo el país en un caos institucional y produjo una protesta generalizada de todos los sectores conscientes.
Bosch, desde el exilio, inicio un proceso para integrar sectores con cierto arraigo en sectores de clase media conscientes y moderados. En tal virtud, invitó a los socialcristianos a un acuerdo político que se denominó Pacto de Rio Piedras, porque fue en ese lugar de Puerto Rico donde se firmó.
El acto se realizó el 30 de enero del año 1965. Estuvieron presentes: Juan Bosch, Jacobo Majluta, Antonio Martínez Francisco, Molina Ureña, Milagros Ortiz Bosch por el PRD. Antonio Rosario y Caonabo Javier por el desaparecido PRSC. A petición de Bosch, Jottin Cury certificó dicho documento histórico.
Luego del acto, estando sentados alrededor de una mesa, sirvieron café y uno de ellos, sin advertirlo, le puso sal en vez de azúcar al café. Y al tomarlo, la reacción fue, como algo natural, la expulsión de la boca provocando salpicadura.
Bosch, con su estilo característico y su sabiduría reconocida expresó que había tomado “Cafeinato de Sodio”.
¿Por qué menciono este hecho? Porque en esa primera reunión del Pacto realizada en la casa de Antonio Rosario, el día 2 de febrero, si, estaban presentes: Peña Gómez, Martínez Francisco, Molina Ureña, Antonio Rosario, Caonabo Javier, Bernardo Defilló, Josefina Padilla, Cesar Estrella Sadhalá y otros que éramos dirigentes juveniles, con el objetivo de iniciar los trabajos para deponer el régimen de facto que nos gobernaba. Lo que más llamó la atención fue el tema del “cafeinato de sodio”, que trascendió las barreras de Puerto Rico, constituyendo un punto de amplio comentario en esa reunión. Surgieron incluso expertos químicos improvisados dando explicaciones de la reacción que causa una mezcla como esa.