Berlín. La Audiencia de Würzburg (sur de Alemania) rechazó hoy la demanda de un refugiado sirio que exigía a Facebook que borrara un selfie que se hizo con la canciller, Angela Merkel, y que circulaba en la red social en diversos montajes en los que se le identificaba como asesino o terrorista.
El caso había alcanzado gran repercusión en el país, ya que la fotografía de Anas M. con Merkel, en plena crisis de los refugiados en 2015, fue publicada por numerosos medios y su demanda podía obligar a Facebook a modificar sus procedimientos internos ante la difusión de injurias o noticias falsas.
Según el fallo de la Audiencia recogido por la prensa local, Facebook no considera como propias las calumnias de terceros y, por lo tanto, no se le puede obligar a abstenerse de proferirlas.
La resolución asume así que la red social no está obligada a buscar de forma activa los contenidos injuriosos o difamatarios y a borrarlos y deja de nuevo en manos del refugiado la tarea de rastrearlos y denunciarlos.
Anas M. posó junto a la canciller durante la visita que ésta realizó a un centro de asilados en septiembre de 2015 y él mismo colgó la instantánea en su cuenta de Facebook. A partir de ahí se encontró con que la imagen era difundida manipulada junto con fotografías policiales de búsqueda de terroristas islámicos o delincuentes comunes, como el caso de una agresión en el metro a un indigente.
“La fotografía ha cambiado mi vida”, lamentó el refugiado en la apertura de la vista, donde argumentó que a raíz de esa imagen ha tenido que enfrentarse a críticas y rechazos.
Los mensajes colgados en Facebook con la foto retocada han sido difundidos centenares de veces y, a pesar de que la red social borró las entradas originales, no ha logrado hacer desaparecer las sucesivas repeticiones de éstas.