Luego de haber finalizado la prédica que realicé el pasado domingo 2 de enero, se me acercó el Dr. Samuel Grano de Oro, pastor de la Iglesia Evangélica Dominicana, y me dijo la siguiente expresión: “Este mensaje ha sido un claro toque de clarín a principio del año”. Me he tomado la libertad de ponerle el título a este escrito en alusión a esta expresión. A continuación presento en ‘blanco y negro’ los puntos abordados en dicha prédica.
Los griegos tenían varios vocablos para referirse a los distintos tiempos que ellos manejaban y conocían. En especial usaban las palabras Kronos y kairós. Kronos es el tiempo que mide el reloj, el calendario, la agenda. Es el tiempo que abarca el día, la semana, el mes, el año, entre otros.
En este sentido cada día tiene 24 horas, cada semana tiene 7 días y cada año tiene 12 meses, y ninguna persona, absolutamente ninguna, tiene más Kronos que otra. Por otro lado, Kairós se refiere al tiempo de la oportunidad, al momento propicio para hacer o lograr algo. Este tiempo queda reflejado en un refrán nuestro que dice: “plátano maduro no vuelve a verde y el tiempo que se va no vuelve”.
Te propongo que camines este 2022 (tanto en Kronos como en Kairós) tomando en cuenta los siguientes seis (6) elementos. No son los únicos, y estoy que el Espíritu Santo podrá mostrarte otros que ampliarán los que propongo.
1. Camina con plena conciencia de que Dios convoca a la humanidad (su especial creación) a colaborar en su plan divino – y que este plan es fruto de su eterno amor. Génesis 1:26-27 dice: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra”.
A la humanidad se le ha encomendado la tarea de labrar, cuidar y recrear a partir de lo creado: Se nos convoca a construir en esperanza. El futuro no existe, hay que construirlo; no es magia. Así pues, camina con la plena certeza de que Dios nos ha nombrado mayordomos de todo lo que Él ha creado. Recuerda que la característica esencial de un mayordomo (hombre/mujer) es que lo administra todo, pero no es dueño de nada.
2. Camina con la total conciencia de que se te convoca de manera personal. Hay un llamado universal. Sí, es cierto; pero también muy cierto es que hay un llamado personal. El Salmo 32:8 nos dice: ‘”Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos’. Mientras tengas vida hay un misión personal que debes cumplir, y nadie hará por ti lo que solo a ti te toca y te corresponde hacer.
Tu misión personal es única e intransferible. No es cuestión de que tu llamado sea mejor, más sublime o más poderoso que el de otra persona. Es más bien una cuestión de singularidad. Los dones y los talentos que Dios te ha dado, por su gracia, así lo confirman.
3. Camina con la certidumbre de que eres un peregrino/a y de que tienes una existencia finita. Dios, en Levítico 25:23b, dice: “Porque vosotros sois solo extranjeros y peregrinos para conmigo”. El rey David con plena certidumbre de esta condición responde en 1 Crónicas 29:15 diciendo: “Porque somos extranjeros y peregrinos delante de ti, como lo fueron nuestros padres; nuestros días son como una sombra que no dura”.
Otras imágenes que se utilizan en Antiguo Testamento para hablar de nuestra finitud son las siguientes: Flor que pronto se seca; Flor que se abre y se marchita; Sombra que huye; Sueño irreal; Nube que se desvanece; Soplo fugaz; Polvo que vuelve al polvo. La no certeza de esta existencia finita ha creado la gran fantasía del superhombre propuesto por el filósofo alemán Friedrich Nietzsche. ¡Y cuántos enfermos mentales han producido esta gran mentira!
4. Camina con la certeza de la presencia y descanso de Dios en tu peregrinar y en medio de tu finitud. En Éxodo 33:14 leemos de la siguiente manera: “Mi presencia irá contigo y te daré descanso”. Dios promete su presencia a Moisés y le cumple. David confirma el cumplimiento de Dios de esta promesa cuando dice: “Porque Jehová Dios, mi Dios, estará contigo; Él no te dejará ni te desamparará” (1 Crónicas 28:20).
Quiero resaltar la palabra ‘descanso’ que Dios utilizó al responderle a Moisés. Caminar, cualquiera que sea el camino que se haya elegido, requiere que de vez en cuando se haga una parada para descansar y renovar las energías.
Sin lugar a dudas, en tu caminar durante este año habrá momentos en que necesitarás sentir y ver en tu vida el descanso que Dios te promete. La vida como camino tiene sus zonas difíciles que de no experimentar este descanso en cualquier momento se puede abandonar la travesía. Su presencia y su descanso te sostendrán, no lo dudes. ¡Él es fiel y cumple lo que promete!
5. Camina con plenitud de conciencia del entusiasmo y del gozo. La etimología de la palabra ‘Entusiasmo’ es la siguiente: en (poseído), theos (Dios). Entonces, estar entusiasmado en el sentido profundo de esta palabra es hacer las cosas poseídos por Dios.
Hacerlas con pasión, pero no una pasión como un sentimiento puro y simple, sino como un sentimiento que tiene su raíz en el estar lleno de Dios y de su gracia. Por otro lado, el gozo, uno de los frutos del Espíritu Santo (Gálatas 5:22), implica certeza de la perfecta y agradable voluntad de Dios tanto en el cielo como en la tierra, incluyendo tu vida. Gozo es que te alegras por el fiel cumplimiento de su voluntad.
6. Camina con la certidumbre de que hay áreas en tu vida que debes reconocer y trabajarlas. La perfección solo le pertenece a Dios. La imperfección es parte de nuestra constitución y por tal razón siempre habrá situaciones en tu vida que deben ser mejoradas. Al fin y al cabo todos/as tenemos “temas no resueltos”.
Tómate un tiempo contigo mismo/a en este inicio de año, retírate en la soledad de tu existencia para que puedas identificar qué área de tu vida entiendes que debes trabajar para poder superarla o mejorarla. Eso te hará ser una mejor persona que será de beneficio tanto para ti como para los que te rodean (recuerda que nada vivo vive solo).
A la humanidad se le ha encomendado la tarea de labrar, cuidar y recrear a partir de lo creado: Se nos convoca a construir en esperanza. El futuro no existe, hay que construirlo; no es magia
Todo escrito, cuando es leído, genera un encuentro. Si el escrito logra promover “vida en abundancia”,
entonces se convierte en un encuentro pastoral.
-J. D.
¡Te deseo que tengas un venturoso 2022 bajo la poderosa gracia de Dios y su inconmensurable amor!