Hace unos días la organización sin fines de lucro Dominicana Saludable envió una comunicación a la ministra de Interior y Policía, Faride Raful, en la que le pedía no flexibilizar el horario de expendio de bebidas alcohólicas durante las festividades navideñas, y le planteó las razones por las cuales entendía que no debía ceder a las presiones para que se levante la veda que establece el decreto 308-06. Ayer, como sabe ya todo el mundo, ese ministerio anunció la flexibilización del horario a partir del viernes 15 de diciembre y hasta el 3 de enero del 2025, con lo que desoyó la petición y la de mucha gente que pensaba, al igual que la propia Faride, que no procedía “porque la flexibilidad ya la tenemos”.

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Sin embargo, quiero citar aquí las razones expuestas por la organización sin fines de lucro para que conste en el expediente, y mas que nada para que ninguna autoridad alegue desconocimiento o ignorancia de las eventuales consecuencias de la decisión:

1) De acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo de alcohol provoca mas de 3.3 millones de muertes cada año, y contribuye con mas de 200 enfermedades y lesiones, incluyendo la cirrosis hepática y varios tipos de cánceres. Además, es responsable del 18% de los suicidios, del 18% de la violencia interpersonal, y del 27% de los accidentes de tránsito.

2) El Ministerio de Salud Pública señala que de cada veinte muertes registradas en el país, cerca del 50% son producto de accidentes de tránsito que tienen alguna relación con el consumo de bebidas alcohólicas.

Ahora solo falta decir, para que también figure en el expediente, que debió ser un trago amargo para Faride, que nunca ocultó su rechazo “personal” a flexibilizar la medida, y así lo expresó de distintas maneras. Pero también le ofrece la oportunidad de aprender otra lección sobre cómo funciona el poder, que definitivamente va a necesitar si quiere continuar por los escabrosos caminos donde se juntan la política y el poder.