FJADRÁRGLJÚFUR. Con un video, Justin Bieber ha hecho famoso en todo el mundo un inmaculado cañón islandés. Y ese es el problema.
Las autoridades medioambientales islandesas han tenido que cerrar al público el cañón de Fjadrárgljúfur para protegerlo de las hordas de seguidores de Bieber decididos a visitar el lugar. Y estos seguidores no van a dejar que un puñado de cercas, carteles o guardias de parques les impidan la entrada.
Millones de personas han visto el video musical “I’ll Show You» de Bieber, rodado en el cañón, lo que ha creado una demanda abrumadora de visitas al otrora prístino lugar.
El conflicto es un ejemplo de los desafíos para el frágil ecosistema islandés que supone su creciente popularidad entre los visitantes internacionales. El país, situado en una isla en el Atlántico Norte, recibió el año pasado 2,3 millones de visitantes, frente a los apenas 600.000 de hace ocho años.
El 20% de aumento anual ha desbordado los sistemas necesarios para proteger el paisaje volcánico islandés, donde la tierra se forma despacio y se erosiona con rapidez.
El ministro de Medio Ambiente, Gudmundur Ingi Gudbrandsson, dijo que es “un poco demasiado simplista culpar de toda la situación a Justin Bieber», aunque instó a los visitantes famosos e influyentes a considerar las consecuencias de sus actos.