Para muchos países el Día de los Muertos es un momento de duelo, donde con familiares y amigos se visitan los nichos de los seres queridos que se han ido por diversas razones.
Pero son pocas las naciones que hacen de este día el tiempo ideal para celebrar, y México es una de ellas.
El país azteca es rico en cultura y tradición, y uno de los principales aspectos que conforman su identidad como nación es la concepción que se tiene sobre la vida, la muerte y todas las tradiciones y creencias que giran en torno a ellas.
Millones de mexicanos se movilizan de un pueblo a otro para realizar diferentes ofrendas y celebrar con sus familiares este día, el cual ya es uno de los principales atractivos turísticos de esta nación.
El culto a la muerte en México no es algo nuevo, pues los orígenes de la celebración del Día de Muertos son anteriores a la llegada de los españoles.
Entre los pueblos prehispánicos era común la práctica de conservar los cráneos como trofeos y mostrarlos durante los rituales que simbolizaban la muerte y el renacimiento.
Las festividades eran presididas por la diosa Mictecacíhuatl, conocida como la “Dama de la Muerte”; (actualmente relacionada con “La Catrina”; personaje de José Guadalupe Posada) y esposa de Mictlantecuhtli, señor de la tierra de los muertos.
De acuerdo a informaciones, la celebración de Día de Muertos varía de región a región, pero todos tienen un principio común: la familia se reúne para dar la bienvenida a las ánimas, colocan altares y ofrendas. También visitan el cementerio, arreglan las tumbas y asisten a los oficios religiosos. Uno de los símbolos comunes del Día de Muertos son las calacas; cráneos que los celebrantes representan con máscaras.
Cómo lo conmemoran. Muchas tiendas, sobre todo reposterías, comercializan calaveras de dulce, las cuales tienen inscritos los nombres de los difuntos, en algunos casos de personas vivas en forma de broma, en la frente, son consumidas por parientes o amigos.
Otro de los platillos especiales del Día de Muertos es el pan de muertos, un panecillo dulce hecho a base de huevo que se hornea en diferentes figuras, desde simples formas redondas, cráneos y conejos.
Tomar en cuenta. En México el 28 de octubre es el día en que se recibe a los que murieron a causa de un accidente y nunca pudieron llegar a su destino, o bien, los que tuvieron una muerte repentina y violenta; el 29 de octubre a los ahogados; el 30 de octubre se recibe a las ánimas solas y olvidadas, que no tienen familiares, a quienes recuerden como a los huérfanos y los criminales.
El 31 de octubre está dedicado al recuerdo de los limbos, los que nunca nacieron o no recibieron el bautismo; el 1 de noviembre a los niños, también referidos como “angelitos” y el 2 de noviembre a los muertos adultos.
El elemento más representativo de la festividad del Día de Muertos en México son los altares con sus ofrendas, una representación de la visión sobre la muerte, llena de alegorías y de significados.