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Una de las mejores garantías para que en un país funcione un sistema de instrucción pública de calidad consiste en ofrecerles a los maestros oportunidades de formación y capacitación, buenos salarios y condiciones de trabajo, además de permitirles formar parte de los órganos de trabajo.
Por el momento, la República Dominicana dispone de un Instituto Nacional de Formación y Capacitación del Magisterio, ocupado en coordinar con las instituciones de educación superior del país todo lo relacionado con la formación, capacitación y perfeccionamiento del personal que labora en las escuelas públicas; también, varias de nuestras mejores universidades ofertan la carrera de pedagogía y otras afines. El problema de la capacitación de los maestros en servicio está en vía de resolverse.
Un porcentaje bastante elevado de los docentes que laboran en las escuelas públicas del país posee algún título que lo acredita como tal, y muchos de ellos con estudios de postgrado realizado aquí y en universidades extranjeras.
Pero, el nivel de salario de los maestros en servicio resulta hoy alarmantemente bajo.
Si les echamos una mirada a las fotografías o a los óleos de los maestros del siglo 19 o de principios del 20 que se exhiben en las bibliotecas y en otros lugares del país nos daríamos cuenta de la afición por el buen vestir de los docentes de esos tiempos.
Queremos decir con ello que esos consagrados maestros no eran tan pobre como los de hoy y que disfrutaban de un nivel de vida más alto que el típico maestro de hoy. Por el momento, le resulta un tanto difícil a una persona sin estudio en el área colocarse como maestro en una escuela pública o en un colegio privado.
El oficio de enseñar demanda la posesión de un instrumental tecnológico y de una bibliografía que no puede ser adquirida por personas que devenguen salarios muy bajos
Según los resultados de encuestas demográficas realizadas aquí por entidades oficiales, agencias de cooperación internacional y grupos de consultores privados, durante los gobiernos pasados, el gasto público social tuvo efectos muy restringidos en las condiciones de vida de las gentes pobres.
Álvaro Marchesi, secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), en una ocasión expresó que “la calidad de la educación de un país no es superior a la calidad de su profesorado”.
La capacitación de los maestros en servicio está vía de solución
Muchos docentes de centros públicos tienen títulos de grado y postgrado
Pero el nivel salarial es todavía alarmantemente bajo