Jóvenes que han optado por desarrollar su proyecto de vida en el medio rural explican las ventajas e inconvenientes, los logros y las reivindicaciones.
Alcanzar la igualdad de género y empoderar a las mujeres rurales no solo es de justicia, es también una herramienta fundamental para luchar contra la pobreza extrema, el hambre y la desnutrición.
Y es que para nadie es un secreto que la brecha de género en la propiedad de los recursos, en especial la tierra es inmensa, desde la época de Mamá a Tingó a la fecha varias generaciones de mujeres han tenido que enfrentar una gran lucha por el derecho a un trato igualitario en el campo.
Hoy una nueva generación de campesinas toman el relevo y se está encargando de visibilizar el papel fundamental que desempeñan las mujeres y niñas del medio rural en la República Dominicana.
Un ejemplo de ello son Elianna Santana Alcántara y Lauri Patricia Mola, representante del sector campesino de la Confederación de Mujeres del Campo (CONAMUCA) en las provincias de Monte Plata y San Cristóbal, respectivamente.
Las activistas expresaron que pese a que las mujeres representan un 43 por ciento de la fuerza laboral agrícola en el país, se enfrentan a una discriminación significativa en lo que respecta al derecho de la tierra, la igualdad de remuneración, la participación en la toma de decisiones y el acceso a recursos, crédito y garantía de mercado.
“El campesinado en sentido general enfrenta dificultades, pero si lo vemos desde la perspectiva de género la mujer tiene más. Un ejemplo es que a la hora de solicitar un crédito tenemos que contar con una representación masculina”, explica Elianna Santana Alcántara, quién pese a haber estudiado en la ciudad apuesta al campo y actualmente se dedica al cultivo y a la crianza de cerdos en Monte Plata.
violencia en campo
De acuerdo a las declaraciones de las lideresas campesinas los intermediarios que compran las cosechas regularmente menoscaban su trabajo especialmente de las mujeres.
“No hay una regulación de precios del campo a los comercios”, dicen.
La vuelta al campo
La formación, la inversión pública en áreas rurales y el apoyo a nuevos modelos de negocio son algunas de las políticas públicas que se articulan desde CONAMUCA para hacer que las nuevas generaciones vuelvan a mirar al campo. “A nadie le gusta salir de donde pertenece y dejar su su casa y su gente, si al campesino le ofrecen la oportunidad de desarrollarse no tiene que salir”, dice Lauri Patricia Mola, especialista en agroecología.
La educción es vital
La CONAMUCA desarrollará un plan de formación dirigida a jóvenes organizados y no organizados para desmontar los imaginarios sociales sobre las violencias de género. Elianna Santana Alcántara, asegura que en el campesinado existe el mayor foco de violencia y es que según explica desde la negación al acceso de salud, a la tierra y la violencia física del macho Alfa todas están presentes en las zonas rurales. Agregó que unos de sus logros es que han ido creando conciencia sobre el tema.
Elianna, representa la tercera generación de lucha en su familia