Juan Peña Lebrón fue baluarte del Partido Revolucionario Social Cristiano
El distinguido amigo y gran intelectual Manuel Mora Serrano escribió la semana pasada una especie de semblanza sobre el poeta Juan Alberto Peña Lebrón. Al leerla, asomaron a mi memoria muchos recuerdos y coincidencias de mis primeros pasos en la ciudad capital, de mis inicios en la administración pública y participación partidaria.
Él menciona a varias personas relacionadas o que le sirvieron en cierto modo de guía en sus comienzos a Peña Lebrón, entre ellos: Yoryi Lockward y también Carlos Curiel. Y vean la coincidencia. El primer cargo en el Gobierno, en el que se llamaba Banco Agrícola e Industrial de la República Dominicana, junto al apreciado amigo Federico Lalane, quien nunca deja de decir que comenzamos como mensajeros, fue en el Departamento de Estadísticas del Bagrícola.
El encargado de dicho departamento, era precisamente don Carlos Curiel. Y el segundo al mando en dicha oficina era don Yoyi Lockward. También laboraba ahí Julián Peña. Conocido en las luchas libertarias. Fue miembro del Partido Comunista, con quien compartí amistad hasta los días de su infausta muerte.
Yoryi Lockward resultó ser el papá de Fonchi, quien llegó a ser presidente del desaparecido Partido Revolucionario Social Cristiano, cuando fui secretario general del mismo. Al que renuncié cuando se iniciaron los aprestos para fusionarse con Balaguer y su Partido Reformista.
Peña Lebrón llegó a ser presidente del Partido Revolucionario Social Cristiano en Moca. Pero también laboramos juntos en el Consejo Estatal del Azúcar, cuando se desempeñaba en la Consultoría Jurídica del mismo. Otra coincidencia de la vida. Por igual menciona Mora Serrano a Darío Bencosme.
Pero Juan Alberto Peña Lebrón, junto a Antonio Rosario, Dorito Acosta, Darío Bencosme, José Abigail Cruz Infante, Artagnán Pérez, Alberto Guzmán, Rafaelito Martínez, Lucas Rojas, Nino Comprés y otros, se convirtieron en un baluarte del desaparecido Partido Revolucionario Social Cristiano. El único partido al que pertenecí.
Recuerdo que en aquella época los partidos ideológicos discutían tácticas, estrategias, ideologías, doctrinas, líneas políticas, etc. Y en una ocasión, tratando aspectos coyunturales, se produjo un tranque en las discusiones. Entonces, creo que fue Ezequiel García Tatis quien dijo: no se apuren, que pronto viene Antonio Rosario con su tropa mocana y ayudarán a desenvolver este asunto.
Qué bueno que a personas como estas las recordemos. Muchos se han ido. Otros quedan. Pertenezco a una generación un tanto más joven, pero me confundí con ellos. Con sus enseñanzas. Sus pensamientos. Sus costumbres. Sus conductas.
A Juan Alberto Peña Lebrón hace tiempo no lo veo, pero es una persona a la que me siento honrado en mencionar, gracias a la semblanza que hizo magistralmente el amigo Mora Serrano. Manolo, como le dicen sus amigos.
Ojalá que él y otros continúen haciendo menciones o referencias de muchos idos y otros que gracias a Dios quedan.
Para que las nuevas generaciones se aprendan sus nombres. Busquen, indaguen quienes fueron y quiénes son.
Levantados con esfuerzos. Con deseos de triunfar y dispuestos a aportar lo mejor de sus vidas en beneficio del país. Remembranza y coincidencias de una generación que considero especial.