Yemen. — Mientras entraban por la ventana del hospital los primeros rayos de luz del día, Mohammed Ali, de 19 años, se enteraba que su primo de 2 años había muerto por inanición; pero él tenía que mantenerse fuerte por su hermano pequeño Mohannad, quien podría ser la siguiente víctima.
Él sostiene la mano de su hermano de 5 años mientras éste tiene problemas para respirar, con su piel estirada sobre sus pequeñas costillas. «Ya perdí un primo hoy por desnutrición, no puedo perder a mi hermano pequeño», dijo.
Ellos están entre una cifra incontable de yemeníes que pasan apuros para alimentarse en medio de una demoledora guerra civil que ha empujado a la nación más pobre del mundo árabe al borde de la hambruna. La familia vive en una choza de barro en el norte de Yemen, territorio controlado por los rebeldes chiíes conocidos como hutíes, quienes están en guerra con fuerzas del gobierno y con una coalición encabezada por Arabia Saudí que cuenta con respaldo de Estados Unidos.
La coalición emprendió una feroz campaña aérea contra los rebeldes desde marzo de 2015, tratando infructuosamente de expulsarlos de la capital, Saná, y de gran parte del norte del país. Un bloqueo de la coalición para evitar que los hutíes se rearmen ha contribuido a un aumento de 60% en los precios de alimentos, según un cálculo utilizado por grupos de asistencia internacional.
Aun durante mejores tiempos, muchos yemenís tenían problemas para subsistir; ahora pueden alimentarse escasamente.
El padre de Mohammed tiene empleos agrícolas temporales que pagan pocos dólares por día. Mohammed abandonó la escuela después de que comenzó la guerra y subsiste con empleos ocasionales en construcción y en la labranza. Antes de la guerra podían permitirse comer carne de res o de pollo una vez a la semana, pero ahora con suerte pueden comer algo de pescado. Su dieta consiste mayormente de pan, arroz y té.
Aproximadamente 2,2 millones de niños sufren desnutrición en Yemen, según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, o UNICEF. La cifra incluye a alrededor de 462.000 que, como Mohannad, padecen desnutrición aguda severa, lo cual los hace especialmente vulnerables a enfermedades prevenibles como diarrea y neumonía.