Sus amigos y colaboradores más cercanos, y algunos políticos, le aconsejan que no lo diga, pero Osmar Benítez, ministro de Agricultura, no calla, porque es un secreto voces: “yo lo quiero decir: “siempre escuché que en Agricultura no había dinero, pero he encontrado que aquí hay muchísimo dinero, y lo que hay que hacer es tomar esos recursos y orientarlo correctamente hacia el propósito de cumplir con la política diseñada por el presidente de la República, licenciado Danilo Medina”.
El funcionario refiere que en Agricultura se hacían aportes a instituciones “que no tienen nada que ver con el sector agropecuario, como aportar dinero para una liga de béisbol, de softbol, baloncesto, voleibol. Históricamente ha sido así. Respeto eso, pero esa no es mi función. El dinero de esta institución debe ser orientado a llegar a los agricultores y los recursos de aquí están orientados hacia los agricultores”.
“Una de las cosas que me ha generado algunas molestias y disgustos temporales es que cada provincia, cada municipio hace una feria agrícola. Hay una provincia con siete municipios y hace una feria en cada uno de ellos. Fui a una y había tres sacos de un cultivo, dos sacos de otro y dos camionetas montadas en un “burro” de un dealer. Esa era la feria y entonces le solicitan un millón de pesos a Agricultura.
Hay otras ferias grandes que organizan instituciones y le solicitan tres millones de pesos a Agricultura. Normalmente la dedican al ministro de Agricultura, pero en el caso de Benítez “a mi no me interesa que me dediquen una feria. A los organizaciones de esas actividades les he dicho que Agricultura instalará un estand gigante, una carpa grande donde estén representadas todas las instituciones del sector agropecuario. Eso tiene un costo. Entonces, cóbrame eso y participamos. Pero no puedo dar tres millones de pesos si es una feria ganadera”.
“¿Qué te parece si te llevo 50 vacas y me busca 50 ganaderos y a cada uno le entrego una vaca? Estoy haciendo el mismo impacto, pero ya estoy consciente de que hay un ganadero que se va a quedar con una vaca o con dos chivos, o una familia se queda con una chiva y dos chivos, o dos cerdos”. En una provincia Benítez le comentó a los organizadores: “Traigan cien agricultores y vamos a donarles cien bombas de mochilas que ellos necesitan para hacer las aplicaciones de manejo de plagas”.
Tres ejes. “Hemos escogido tres ejes en los cuales hemos enfocado un esfuerzo mayor: primero: la sanidad agropecuaria, segundo la producción de comida que demanda el pueblo dominicano y tercero las exportaciones al mercado internacional y la venta al mercado turístico. En ese tenor, en materia de sanidad no hacemos nada con producir comida o producir para las exportaciones si no hay sanidad, pues los insectos, las plagas y las enfermedades no nos dejan, pues si cultiva pero no obtendrá cosecha alguna porque se la van a comer las plagas.
¿Cómo podemos mejorar eso? Hemos cambiado el concepto de la sanidad vegetal, que es preventiva, en lugar de una sanidad curativa, es decir, no es llegar después que me dan el palo, es evitar que me den el palo. En ese sentido hemos comenzado en puertos, aeropuertos y frontera terrestre. Ya habilitamos el puerto de Haina, que es uno de los que maneja carga. Hemos acordado con las autoridades portuarias una serie de cambios en las facilidades de inspección de cuarentena.
Los concesionarios del puerto le han dado excelentes condiciones de laboratorio y vamos a mejorar las condiciones de oficinas y le he solicitado las construcción de un refrigerador, que vamos a hacerlo entre ambas partes. Además, se requiere de un área climatizada donde se pueda hacer la inspección de alimentos refrigerados. Ellos están bastante avanzados en eso. Haremos lo mismo con el puerto Multimodal Caucedo, los puertos de Santo Domingo, Puerto Plata, Arroyo Barril y donde quiera que haya manejo de cargas “para evitar que nos llegue, como nos llegó la Mosca del Mediterráneo que le costó al país más de 100 millones de dólares, con consecuencias colaterales invaluables”.
El Ministerio de Agricultura ya recibió los primeros dos perros Beagle del equipo que conformará la unidad canina en sanidad vegetal y animal en los aeropuertos y puertos del país donde haya mayor flujo de turistas para que cada persona que cargue una maleta, el perro se le acerque y detecte si se están introduciendo frutas, embutidos o vegetales. “En el cumplimiento de la ley para mí no vale llamadas de generales, ni de jefes militares, ni de ministros, ni de nadie. La ley está por encima de todo el mundo y se aplicará, no importa quien sea”. Benítez no quiere que se repita la historia de la Mosca del Mediterráneo, que le costó al país más de 100 millones de dólares.
“Que no me llame ninguna persona dizque amigo del ministro, o un ministro que me pida que permita a un amigo introducir unos quesos, salamí, salchichón, o unas flores, o frutas para algún amigo. El Presidente me ha dicho que la ley es dura, pero es la ley. “Dura lex, sed lex”. También advierto a los importadores que no traigan mercancías agrícolas sin permiso de no objeción, violentando la ley 4990 de Sanidad Vegetal, que estable que la embarcación puede ser multada por transportar un contenedor sin el permiso de no objeción sanitaria”.