DENVER . — Taylor Swift ganó el lunes un dólar y una reivindicación largamente esperada después de que un jurado decidió que un locutor la toqueteó durante una sesión de retratos previa a un concierto hace cuatro años.
Tras una semana de juicio con demandas encontradas, los miembros del jurado determinaron que el despedido locutor de Denver David Mueller agredió sexualmente a la estrella pop al tocar su trasero cuando la estrella saludaba a sus fans tras bambalinas por lo que Mueller deberá pagar un dólar a Swift. El jurado integrado por seis mujeres y dos hombres también concluyó que la madre de Swift estaba en su derecho al contactar a los jefes de Mueller.
Mueller demandó a la familia Swift y a su contacto para radio, Frank Bell, y les pedía hasta 3 millones de dólares por arruinar su carrera.
Justo antes de los argumentos finales el juez en el caso desestimó la demanda de Mueller, argumentando que no pudo comprobar que Swift trató de que Mueller fuera despedido ni que tuviera alguna razón para creer que alguien más la había agredido en vez de él. El juez federal de distrito William Martínez también redujo drásticamente la cantidad de dinero que Mueller podría obtener por el caso.
La cantautora dijo en su contrademanda que requería el pago simbólico de un dólar y la oportunidad de alzar la voz por otras mujeres.
De acuerdo con los testimonios Swift reportó el incidente a su madre y a otras personas en su equipo, pero nunca pidió que se tomaran medidas específicas sobre Mueller.
Desde el comienzo el equipo de Swift retrató el encuentro como un caso claro de agresión sexual, a pesar de que nunca lo reportaron a la policía. Su madre testificó entre lágrimas que en vez de eso le pidió a Bell que se pusiera en contacto con los jefes de Mueller en la estación de música country KYGO-FM porque querían que el asunto quedara en privado y evitar exponer a la cantante.
Bell contactó al vicepresidente de la estación y pidió que se investigara la conducta de Mueller. También le envió al ejecutivo de la estación una fotografía tomada cuando Swift, Mueller y la entonces novia de Mueller estaban posando tras bambalinas.
La semana pasada al declarar Swift criticó la caracterización del abogado de Mueller, Gabriel McFarland, sobre lo ocurrido. Aunque Mueller testificó que nunca tocó a Swift, ella insistió en lo contrario.
“Él se mantuvo aferrado a mi nalga desnuda mientras yo trataba de alejarme de él”, declaró la estrella pop. “Definitivamente fue un agarrón, un agarrón muy largo”, agregó.
Mueller negó enfáticamente que metiera su mano bajo la falda del cantante o que la tocara indebidamente, e insistió en que sólo le tocó las costillas cuando posaban en una posición extraña en la foto.
La imagen era prácticamente la evidencia además del testimonio en el caso. En la fotografía, mostrada al jurado durante los primeros argumentos que no fue divulgada, la mano de Mueller está detrás de Swift, justo debajo de la cintura de ella. Ambos aparecen sonriendo y la exnovia de Mueller está del otro lado de Swift.
Swift testificó que después de que fue tocada le dijo parcamente a Mueller y a su novia “gracias por venir” y que siguió tomándose fotografías con otros, porque no quería desilusionar a sus fans.
Pero dijo que fue inmediatamente con su fotógrafa después de que terminó de saludar a todos y encontró la imagen de ella con Mueller. Swift le contó a la fotógrafa lo sucedido.
Andrea Swift testificó que quería que Bell hablara con los jefes de Mueller. No llamaron a la policía para evitar traumatizar más a su hija, dijo.
“Definitivamente queríamos que esto se mantuviera en privado pero no queríamos que él se saliera con la suya”, dijo Andrea Swift.
Bell dijo que le mandó la fotografía a Robert Call, el gerente general de KYGO, para que se usara en la investigación sobre Mueller. Señaló que no le pidió que Mueller fuera despedido, pero sí que se tomaran “acciones apropiadas”.