Hay personas que tienen dificultades para distinguir entre lo urgente y lo importante; se ocupan de todo
Imaginemos estar haciendo una lista del supermercado y estando en ese lugar ir de un lado a otro colocando cada artículo según la prioridad o importancia mientras se completa la compra, aunque eso signifique volver a pasar más de una vez por el mismo lugar antes de llegar a la caja y pagar.
Por lo tanto, una estrategia para evitar precastinar es hacer lo más corta posible la lista de los pendientes e identificar que nos puede llevar a actuar de manera tan impulsiva.
Pudiera ser el instinto humano de actuar desde la duda o el miedo, por ejemplo, otra razón sería la meticulosidad, la racionalización o la ansiedad por demostrar lo responsable que somos por necesidad de obtener valoración y aprobación, otra de las características de las personas que precrastinan es la poca paciencia y la tendencia a la inmediatez, dado que les cuesta tolerar la espera.
Causa de estrés
El hecho de tener tareas pendientes les genera un gran estrés y una carga mental que no saben gestionar.
Por ello optan por “limpiar el terreno” tan pronto como les sea posible, y son personas que tienen dificultades para distinguir entre lo urgente y lo importante, necesitan ocuparse de todo “ya”, aunque esto suponga una mala inversión de recursos y de tiempo. Precrastinar es una situación que nos sucede en mayor o menor medida, poder hacernos más conscientes de esta situación nos ayudará a detectar patrones que ocultan ansiedad, necesidad de valoración y miedo.