Los Ángeles. La cinta “Migas de pan”, candidata de Uruguay a los Óscar y que contó con un 80 por ciento de financiación española, se exhibe hoy en un pase privado en Los Ángeles (EE.UU.) para miembros de la Academia de Hollywood.
El filme, que también compite por el Globo de Oro en la categoría de mejor película extranjera, tuvo un primer pase para los académicos el pasado día 7 de noviembre, en el Teatro Linwood Dunn Theater, de Hollywood.
En las próximas semanas, la Academia anunciará la lista de nueve cintas preseleccionadas en la categoría de mejor película en habla no inglesa, para la que se presentaron 85 títulos.
“Cuando uno hace una película así, no hace ningún tipo de cálculo comercial ni de premios”, dijo a Efe la directora de la película, Manane Rodríguez.
“En este caso, fue creciendo sola y resultó increíble”, agregó.
“Migas de pan”, protagonizada por la argentina Cecilia Roth, cuenta el periplo de Liliana Pereira, una mujer que vive en Galicia (España) y recibe noticias desde su Montevideo natal que la retrotraen a su pasado de militancia, reclusión y torturas durante la última dictadura cívico-militar de Uruguay (1973-1985).
La película contó con un 80 por ciento de capital español, aportado por la coproducción de Xamalú Filmes y RCI Producciones, en asociación con Abano Producións y Malcontenta Producciones.
La cinta fue rodada en 2015 en Uruguay y localizaciones de La Coruña, Betanzos, Sada, Oleiros, Valdoviño, Cedeira y Cambre (España). “Representar a Uruguay en los Óscar fue una gran sorpresa.
La verdad, te quedas anonadado. Estamos ilusionados con la posibilidad de que pase el corte, pero conscientes de que es muy complicado”, indicó la cineasta.
Podría darse la circunstancia de que España, mediante “Julieta”, de Pedro Almodóvar, y Uruguay, con “Migas de pan”, compitan por el Óscar si finalmente logran estar entre las cinco candidatas finales.
“Sería alucinante”, reconoció Rodríguez. “Yo querría una foto con Pedro en la alfombra roja”, agregó entre risas.
Pero la realizadora prefiere ir paso a paso e ir saboreando la reacción que aprecia en el público en distintos lugares.
“No quiero soñar despierta. Vamos a dejar que las cosas vayan apareciendo. La película nos está dando muchas alegrías y allá donde se ve, despierta mucho interés.
La gente, al salir del cine, me da la enhorabuena y me da las gracias”, afirmó la artista. “El tema emociona y llega de una manera que no esperaba.
Sabía que tiene un punto sensible y que toca un tema doloroso, pero me tiene sorprendida. Ojalá los académicos se sientan conmovidos también”, declaró.