POR MANUEL EDUARDO SOTO
MIAMI–El uruguayo Fernando Parrado pasó 72 días perdido en la cordillera de Los Andes después de que el avión en que viajaba en 1972 de la ciudad argentina de Mendoza a Santiago de Chile como parte de un equipo de rugby cayó a tierra, pasando penurias que lo tuvieron en las puertas de la muerte, pero su suerte ha cambiado.
Las memorias que acaba de publicar van en su quinta edición y él es solicitado de diversos países para que dicte conferencias motivacionales, por las que cobra 75 mil dólares.
El libro, Milagro en Los Andes, en el que Parrado narra en primera persona detalles hasta ahora no revelados públicamente de su odisea en plena cordillera, ha vendido en tres meses cerca de medio millón de copias a nivel mundial en sus versión original en inglés (idioma en el cual lo escribió) y en la traducción al español de la editorial Planeta.
En sus 286 páginas, Parrado cuenta como pudo sobrevivir junto a otros compañeros del equipo de rugby que iban en el avión Fairchild de la Fuerza Aérea Uruguaya alimentándose de los cadáveres de los que fallecieron cuando el avión se partió en dos el 13 de octubre de 1972. En el lugar murieron su madre y una hermana, pero sus cuerpos no fueron tocados.
El público en general ya conocía el drama que tuvieron que pasar los jóvenes uruguayos a través de !Viven!, el libro que escribió el británico Piers Paul Read y que fue llevado al cine en 1993 por Frank Marshall, pero Parrado cuenta aquí detalladamente lo difícil que fue caminar durante nueve días desde el lugar del accidente hasta el valle cordillerano chileno para pedir ayuda y salvar a los 10 sobrevivientes que quedaron esperando en el fuselaje de la nave. El vuelo traía originalmente 45 ocupantes.
Además, para Parrado fue el comienzo de una nueva vida, ya que pudo hacer realidad su sueño de infancia de ser piloto de autos de carreras con la ayuda de su ídolo, el escocés Jackie Stewart, y por arte de magia se convirtió en un imán para las mujeres, las que antes del accidente casi no se fijaban en él.
En las ultimas páginas se declara un hombre feliz, casado con la modelo Verónique van Wassenhove, una beldad belga de origen uruguayo, con la que procreo dos hijas ahora veinteañeras, Verónica y Cecilia, por las que según dice es capaz de dar su vida.
Pero no solo los sobrevivientes del accidente aéreo vivieron momentos duros en los 72 días que pasaron en medio de la nieve, sino que también tuvieron que soportar situaciones de alto peligro los periodistas (incluso el autor de este artículo, quien aparece en plena faena en la foto) que el 21 de diciembre de 1972 subieron durante 12 horas a la cordillera para entrevistar a Parrado y a Roberto Canessa, quien lo acompañó en la osada caminata en busca de ayuda.
Formando una verdadera cadena humana, el grupo de representantes de la televisión, laprensa y la radio cruzó ríos y valles para poder llegar a la localidad andina de Los Maitenes, en la provincia sureña de Colchagua, donde estaban Parrado y Canessa esperando ser evacuados por helicópteros de la Fuerza Aerea de Chile que más tarde volaron hacia el lugar del tragedia para transportar a los maltrechos sobrevivientes que agotaban sus últimas energías.
La niebla matinal, sin embargo, impidió que los uruguayos, que ya habían comido y dormido, salieran del lugar antes de la llegada de la prensa y de esa forma dieron sus primeras declaraciones de a caballo.
¿Que comieron?», fue la primera pregunta.
Hierbas», mintió Canessa, pero más tarde uno de los campesinos que los rescató dijo a un diario sensacionalista que ellos les habían contado que lograron mantenerse con vida comiéndose los cadáveres, lo que origino el titular a seis columnas: Canibalismo», lo que más tarde ellos reconocieron con el apoyo moral de la Iglesia Católica.