A mediados de la semana pasada se “Tambaleaba” el barco de los Tigres del Licey.
Sin embargo, tengo una nueva frase que dice: ¡Los equipos grandes se respetan!.
Es una respuesta a gente que comenzó a burlarse del Licey, algo que es un grave pecado. De todas formas, el Licey observó que el equipo estaba algo “Apagado”, como ocurre cuando se te daña la batería del carro.
El presidente del equipo, Ricardo Ravelo, tomó una decisión pocas veces vista en la historia de Lidom:
¡Canceló al gerente y al mánager!.
Con relación al dirigente Tony Díaz, se entendió la estrategia. Se enfermó, como ocurrió Luis Sojo el año pasado, y ningún equipo puede darse el lujo de operar con incertidumbre con el capataz del club.
Al nombrar a José Offerman, trajeron a un líder de siempre en el dogout del Licey, que no estuvo dirigiéndo antes porque tenía algunos problemas de salud.
Con Offerman el Licey ha ganado tres juegos corridos y ya todo el mundo está arriba en el standing.
Con relación al movimiento de Carlos José Lugo, le perjudicó que los refuerzos que contrató no dieron la talla a tiempo.
Otro asunto: Hay una presión por ganar un campeonato, los fanáticos están presionando, la prensa también, y Ravelo tuvo que dar un “Golpe de efecto” grande que hasta ahora le está dando resultados.
Hay gente que dijo que no les gustó la cancelación de Carlos José, pero son los mismos que también piden obligado otra corona para el Licey.