Gobierno, oposición, agentes económicos y la prensa debemos reconocer la pertinente evaluación que sobre el comportamiento y expectativas de la economía dominicana 2018 ha realizado el Directorio Ejecutivo del FMI, dado a conocer el lunes desde Washington. Un triunfo del Banco Central.
Valiosa su conclusión de que después de tres años de fuerte expansión, la economía se moderó hasta acercarse a su nivel potencial. Estima que la actividad económica se expandió en un 4.6% en 2017 luego de un crecimiento promedio del 7.1 durante el 2014-16.
Asegura que las perspectivas siguen siendo positivas y espera “que la flexibilización monetaria de mediados de 2017 respalde una recuperación continua de la actividad económica en 2018”.
Creo que la parte in fine de la evaluación consiste en reconocer que “la respuesta oportuna (del Banco Central) de las políticas de desaceleración económica de principios de 2017 ha puesto a la economía de nuevo en su senda de crecimiento”, lo cual quiere decir que la actividad económica y su crecimiento proyectado están volviendo a su potencial, la inflación está dentro del rango meta del Banco Central, el desempleo está cerca de mínimos históricos y el déficit de la cuenta corriente se ha reducido.
Señala que el panorama económico general sigue siendo positivo, pero que persisten los riesgos, los cuales sitúa principalmente en las amenazas provenientes del exterior a través de mayores precios del petróleo, demanda externa más débil de lo previsto y unas condiciones financieras mundiales más restrictivas de lo anticipado.
En tal sentido, recomienda el FMI incrementar la capacidad de resiliencia ante tales riesgos, mediante el fortalecimiento de los amortiguadores de políticas, impulsando las reformas estructurales y reduciendo aún más la pobreza y la desigualdad, con lo cual admite que pobreza y desigualdad han sido reducidas.