Es un mito apelar a la desaparición del viejo manicomio para explicar el deterioro de la salud mental en República Dominicana. Así lo consideró Ángel Almánzar, exdirector de Salud Mental y en cuya gestión fue cerrado el viejo manicomio para dar paso a un centro de rehabilitación sicosocial.

“No es porque cerraron hospitales siquiátricos que los pacientes están sin atención”, dijo el profesional.
Se refirió a declaraciones del doctor Holando Gesualdo, directivo del Colegio de Psicólogos.

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Antecedente

El antiguo hospital psiquiátrico tenía alrededor de 100 internos, en condiciones infrahumanas, en franca violación a los derechos fundamentales de un ser humano, dijo el profesional de la salud. “ En ese lugar no cabía una persona más porque aunque era un almacén, decir una pocilga es más apropiado, no había más capacidad de recepción”, aseguró Almánzar.

Insistió en que ese espacio físico no ha desaparecido, está en el mismo kilómetro 28, sólo que se transformó en un lugar digno, limpio, de mejor trato, dijo el profesional.

“Es un mito apelar al cierre del hospital psiquiátrico y así justificar un estado de abandono a las políticas públicas en materia de salud mental”, dijo, tras señalar que quien hace tales afirmaciones, ni conoció el manicomio ni conoce en lo que se convirtió. El que no conoce la realidad de la situación debería tener cuidado al opinar, insiste.

Pide no retroceder

No es porque haga falta ese hospital psiquiátrico o muchos más manicomios que se resolverá el problema de la salud mental pública del país, dijo el médico.

“Podrán convertir el Centro Psicosocial en el antro de suciedad e irrespeto a la dignidad humana que era antes, podrán hacer otros, como si se quisiera tapar a los ojos de la sociedad un problema que es más humano, comunitario y de salud por demás muy complejo”, afirmó, al señalar que solo conseguirán complicar la situación. Se necesita un cambio de paradigma, dijo Álmánzar