La Carretera Sánchez, en especial en el tramo que va desde la Avenida Independencia hasta el trébol que conecta con la Avenida Circunvalación, es el escenario ideal para que la tragedia se haga presente en cualquier momento.
La cantidad incalculable de camiones, patanas, volquetas, autobuses y minibuses, sin contar las motocicletas que se desplazan a alta velocidad, con el normal estilo temerario que les caracteriza y sumado a que es una vía que en muchos espacios carece de un muro divisorio, lo que la convierte en el mejor lugar para siniestros viales, igual al ocurrido en Quita Sueño.
Todavía con la sangre de las víctimas fresca entre los escombros, mientras la tímida búsqueda de la Defensa Civil escarbaba entre el polvo del cemento esparcido, algún otro cuerpo por el accidente, se pudo observar ayer como jovencitos al volante de camiones, cruzaban sin problemas por la zona del desastre a alta velocidad, sin luces, sin placas, algunos chateando por el celular y hasta tocando la molestosa bocina, para presionar entre los vehículos la apertura del paso.
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Esto, que en países civilizados, el solo pensarlo sería imposible, ocurría a la vista de todos, incluyendo a dos agentes de Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT), que visiblemente abrumados, poco les importaba lo antes descrito y solo atinaban a gesticular la señal de paso a las decenas de curiosos conductores.
República Dominicana es el primer país del mundo, en muertes por accidentes de tránsito y solo en lo que va de este año 2023, un total de 3,180 personas han muerto producto de los siniestros viales.
Algunos preocupados por la situación, como William Pérez Figuereo, director de la Central Nacional de Transportistas Unificados (CNTU), quien a diario transita por el peligroso tramo de la carretera, insistió en que el país se debe abocar a una reingeniería en materia vial, que abarque el adiestramiento de los conductores de estos vehículos pesados, a fin de crear consciencia de la responsabilidad que asumen.
Otro aspecto que menciona Pérez Figuereo es implementar cuanto antes el Programa de Inspección Técnica Vehicular, el cual está frizado en el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT), y sería el mecanismo con el que se le impedirá el tránsito a un vehículo que no cumpla los parámetros establecidos.
Otro punto mencionado es establecer un duro régimen de consecuencias para los que violen las normas.
“Las autoridades y nosotros los gremios tenemos que unirnos y trabajar con esto, para darle tranquilidad a la sociedad”, dijo el gremialista.
La Carretera Sánchez que es prácticamente de tránsito pesado, está visiblemente arrabalizada, casi sin señalización, no presenta información sobre límite de velocidad, ni tiene la iluminación reflectiva necesaria.
Muchos lugareños creen que la imprudencia se apodera de los conductores como “espíritu demoníaco”, pues son infinitos los relatos de terror que cuentan, donde las muertes y heridas que han sufrido muchos ciudadanos les estremece con solo recordarse.
En tanto la indignación de estas 10 muertes se diluya en el tiempo, quedará para el dolor de los familiares, que seguro esperan autoridades accionen