Debemos convocar a Dios y a todos los santos para que las autoridades municipales, nacionales, empresarios y gremios que harán un proyecto piloto para buscar la manera de sacar los vehículos de carga pesada de las calles de la Capital durante el día, encuentren el camino de llevar a cabo este propósito. Porque los capitaleños y quienes vienen a diario a esta ciudad desde los pueblos del interior lo necesitamos a gritos y con urgencia.

La Capital de la República es una ciudad prácticamente asaltada o tomada por su pésimo sistema de transporte. No hay manera de conservar el sosiego necesario en una pequeña geografía donde se mueven cada día, de manera caótica, más de 200 autobuses, unos 20 mil vehículos de pasajeros, en su mayoría muy usados; casi tres mil microbuses y minibuses y alrededor de cinco mil motocicletas (motoconchos). Y, por supuesto, faltan los vehículos de carga pesada que se mueven durante todas las horas del día por doquiera. En esta descripción no se consignan los denominados vehículos privados.

Estamos hablando, también, de una ciudad que cuenta con más de 30 grandes centros sanitarios o de salud, con más de 30 centros culturales, con 20 grandes centros comerciales, con más de 30 universidades, incluyendo la estatal que alberga en la Capital por encima de los 150 mil estudiantes, y una miríada de colegios grandes, medianos y pequeños.

Hasta ahora, la solución buscada a nuestro caótico sistema de transporte urbano ha sido, una y otra vez, ampliar la oferta de asientos con más carros, minibuses y “motores” para el motoconcho. Pero todo sigue empeorando.

Se introdujo un elemento modernizante como el Metro Santo Domingo, pero el caos continúa. Entre otras razones, porque ha faltado la gestión, la administración del transporte, las normas, las reglas, la disciplina de vehículos y usuarios. Cuando cada cual hace lo que quiere, sobreviene el caos y la anarquía.

Establecer normas para el transporte de carga pesada es un paso que debemos aplaudir. Hace tiempo que ese tipo de vehículos debió entrar a la Capital entre las seis de la tarde y las seis de la mañana. Convoquemos a Dios y a todos los santos para que así sea.

La Capital, una ciudad asaltada por su pésimo sistema de transporte

Se mueven 20 mil vehículos de pasajeros y tres mil microbuses

Una ciudad que cuenta con más de 30 grandes centros sanitarios o salud