El encabezado de este trabajo es un adagio muy mencionado; a cada momento mi hermana lo repite para denotar cuando una persona ha perdido la vergüenza.

En República Dominicana muchos exfuncionarios, comunicadores y periodistas que exhiben grandes fortunas que no tienen como justificarlas, deberían andar con sus rostros cubiertos, pero no, muestran una bravuconería, como si nada pasara.

El desconcierto ha llevado al expresidente Danilo Medina a expresar una serie de declaraciones totalmente divorciadas de la realidad, porque eso de proclamar que nada lo avengüenza, como que no encaja con la realidad que viven familiares y colaboradores muy cercanos, acusados de hechos bochornosos y que guardan prisión preventiva.

Danilo Medina exhibe un comportamiento que no es normal, pretendiendo ahora meter miedo y decir que su Partido de la Liberación Dominicana es la esperanza de redención del país.