Tres de cada cuatro estadounidenses creen que Estados Unidos debe tener relaciones diplomáticas con Cuba, archivo
La Habana, Cuba. Toparse con visitantes de Estados Unidos por La Habana es cada vez más habitual, atraídos por los coches antiguos que todavía circulan por su calles y sus edificaciones anteriores a la Revolución, un auténtico “viaje en el tiempo” en una isla prohibida para ellos durante más de medio siglo.
Llegar a Cuba significa “viajar en el túnel del tiempo”, aseguran turistas de EEUU, quienes llegan a la isla cada vez en mayor número a raíz del histórico deshielo que La Habana y Washington iniciaron en diciembre de 2014, tras más de medio siglo de enemistad.
“Cuba es como una cápsula del tiempo, más o menos se detuvo en 1959”, dijo a Efe Chris Bellend, un empresario de Cayo Hueso (Florida) mientras se protegía del sol con una gorra de Industriales, el equipo de béisbol insignia de La Habana, recuerdo de su última visita a la capital cubana hace ocho años.
Bellend explicó que la razón por la que tantos estadounidenses quieren visitar la isla es la curiosidad “por ver qué ha cambiado en 50 años o más”, y advirtió que muchos se maravillan por el viaje nostálgico al pasado que emprenden apenas bajan del avión.
“Hemos visto mucha más restauración en La Habana Vieja, más turistas internacionales que cuando vinimos hace ocho años, más oportunidades y más lugares donde hospedarse. Lo estamos disfrutando mucho”, insistió este floridano, impresionado por la música y la comida cubanas.
Daniel French, representante de una empresa operadora de chárter estadounidense, confirmó a Efe que la flexibilización de las restricciones para viajar a Cuba desde enero, fruto del deshielo entre los dos países, ha provocado un incremento de las visitas de estadounidenses, que datos oficiales ubican en un alza del 54 % en relación con el primer semestre de 2014.
“Llegar a la isla para ellos es como pasar por el túnel del tiempo, hablan de los carros (coches) que tenían sus abuelos, que tenían sus papás, donde besaron a su primera novia y venir aquí es revivir todo eso”, explicó el touroperador, con más de 20 años de experiencia trayendo estadounidenses a la nación caribeña.
French precisó que Cuba siempre ha sido “la fruta prohibida” para EEUU y advirtió de que los norteamericanos “quieren venir antes que se abran los McDonald’s” y “vengan las grandes compañías constructoras».
“Ver cómo es todo antes de la gran invasión” fue lo que movió al profesor de español de California, Nelson Rojas, a recorrer toda la isla, donde tomó fotos de autos de la década de los cincuenta para rememorar los recuerdos de uno que su padre tenía igual “hace ya muchos años».
“Se nota la nostalgia, pero vemos también el cambio que sucede aquí. Cuba es atractiva para el turista norteamericano, pero sí creo que todavía queda mucho por hacer”, aclaró Rojas, de ascendencia filipina, mientras recorría la famosa Plaza de la Catedral, en el corazón del Centro Histórico habanero.