Petra Saviñón 
Uno de lo espacios en los que Angie pasa la noche, al borde del peligro. Cortesía Julia Ortiz
Vecinos claman por ayuda para la mujer que deambula por el sector Los Jardines del Norte y asegura es mexicana, criada en Estados Unidos pero que perdió documentos
La vida de Angie es una fábula. Un realismo mágico a ratos la hace describir radiante las bellezas de Houston y de México y de repente la vuelve incoherente por completo. Asegura que es mexicana y que vivía en Estados Unidos pero que fue despojada de sus documentos. Así va, así transcurre su existencia.
Un día es la más afable, al siguiente la más lejana. Una realidad no cambia: deambula por las calles y parques de Los Jardines del Norte, en la capital, cubierta por un enigma, nadie sabe cómo está siempre tan higienizada.
La caridad le permite subsistir pero a veces no cuenta con esa mano extendida. Duerme donde le coja la noche y a veces ni lo hace. Hasta de madrugada su voz puede ser escuchada en el sector ya acostumbrado a su extraña presencia.
“Esa mujer es elegante, educada. Había que verla cuando llegó por aquí. Es desgarrador, las autoridades deben apiadarse y socorrerla, buscarle un lugar donde vivir y hasta conseguirle un espacio en el que pueda colaborar con quehaceres”. Julia Ortiz Moreno está muy preocupada por la suerte que corra Angie y clama por asistencia estatal.
Lo mismo otros vecinos como Elías Acosta piden ayuda para este ser humano que urge de protección, de compasión.
