Dolfi Gómez García 
Fuente externa
El nacer sin manos y con diferentes enfermedades congénitas, no fue impedimento para el joven guatemalteco, Carlos Lara, realizara su sueño de tocar el piano y la batería y hacer hermosas ritmos como todo profesional.
Aunque las limitaciones eran muchas, Lara mostró gran interés por la música desde los cinco años y no es hasta cuatro años más tarde cuando comenzó a tocar la batería y otros cuatro el piano en su iglesia de su natal Guatemala.
El joven de 24 años y estudiante de teología, además de nacer sin manos, también presentó otras complicaciones que le impedían respirar bien, hablar y comer, según dice su fe en Dios le ayudó a sobrepasar todos los obstáculos.
Confiesa que lo más difícil es dar el primer paso, ‘’cuando inicias hacer algo es más fácil, cuando tocar música parecía imposible, eso era lo más difícil, los pensamientos que venían a mi cabeza’’, afirmó Lara.
Carlos es músico completo a pesar de sus discapacidades, otra de las virtudes es su prodigiosa voz, la cual la dedica a cantar melodías religiosas, además de motivar a otros de que no hay limitaciones. Participará en un congreso de emprendimiento que se realizará en la Romana.
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