El ministro de Educación, Andrés Navarro, encabezó hoy una reunión ampliada con los equipos de ingenieros y técnicos especializados de las direcciones de Gestión de Riesgos, Mantenimiento Escolar, Rehabilitación Escolar y de Fiscalización Escolar del Minerd, para coordinar acciones preventivas en los más de cinco mil centros educativos a nivel nacional, de cara a la llegada de la temporada ciclónica que inicia el primero de junio próximo.
Durante el encuentro de planificación y programación de las ejecutorias que se adoptarán en los planteles escolares para evitar cualquier eventualidad provocada por los fenómenos atmosféricos que cada año afectan al país desde los primeros días del mes de junio, Navarro instruyó a los técnicos que pongan especial cuidado en aquellos centros que resultaron con daños significativos como consecuencia de las torrenciales lluvias caídas en las últimas semanas.
“Hemos pasado un balance de la situación de los centros educativos inventariados con daños importantes para tomar las medidas pertinentes con la mayor rapidez posible, pues estamos en desarrollo de un plan de contingencia para la recuperación de docencia en los planteles donde hemos perdido clases durante el año”, dijo Navarro.
Indicó que los centros educativos afectados han sido identificados de alta prioridad y atención temprana, “pues como se avecina la temporada en que ocurren ciclones, huracanes, tormentas tropicales y otros fenómenos atmosféricos cíclicos, propios de una nación caribeña como la República Dominicana, entonces tarde o temprano podremos volver a pasar por una situación similar a la que ocurre con los interminables aguaceros que afectan gran parte del país, dañando las estructuras de al menos 10 planteles ”.
Navarro instruyó la agilización de los trabajos de reacondicionamiento de los planteles afectados, al tiempo que conoció otras realidades estructurales de menor significación en otros centros identificados a nivel nacional como paso preventivo ante la aproximación de la temporada ciclónica.
El ministro de Educación llamó la atención sobre los centros ubicados cercanos a ríos y arroyos, específicamente en las zonas tradicionalmente vulnerables ante fenómenos atmosféricos, “pues nuestra responsabilidad es garantizar la integridad física de nuestros estudiantes, docentes y personal administrativo”.