El rector del Colegio Loyola, padre Jorge Williams Hernández, condenó la decisión de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) de mantener el llamado a los docentes de no incorporarse de manera presencial a sus labores por el rebrote de covid-19 y sus variantes.

El también presidente del Consejo Directivo del Centro de Atención Integral a la Discapacidad (CAID) precisó que la situación sanitaria actual no es exclusiva de República Dominicana, si no, de una «dimensión universal» donde es fundamental la flexibilidad y el liderazgo de maestros y directores de centros educativos.

«Desapruebo la decisión unilateral que ha tenido la ADP en el llamado a maestros de no asistir a incorporarse a la gestión, aplazando a si el acompañamiento educativo de nuestros niños, niñas, adolescente y jóvenes», manifestó el sacerdote jesuita.

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Agregó que, las decisiones unilaterales y rotundas provenientes de cualquier sector destruyen el mayor bien que se puede ofrecer en medio de la crisis por la pandemia, «momentos difíciles, complejos e inestables que vive la sociedad».

En ese sentido, pidió a todos los sectores sociales a contribuir con la educación del país a fin de garantizar el futuro de la sociedad.

«No podemos mirar hacia el futuro sin visión integradora de la sociedad donde se deje a un lado cualquier interés particularista y se ofrezca una determinación clara a favor de la educación que garantiza el futuro de la sociedad», sostuvo.

Hernández dijo apoyar la decisión del Gabinete de Salud y el Ministerio de Educación confiando en los previos análisis a la realidad sanitaria nacional, por lo que, extendió sus felicitaciones a las asociaciones de colegios privados y asociaciones de padres por respaldo en el regreso a las aulas.

«Felicito a las asociaciones de padres y maestros que han dado un paso firme en enviar a sus hijos e hijas a las aulas, confiando en los equipos de gestión educativa de cada centro escolar», enfatizó.

Finalmente, motivó al sector educativo a reflexionar sobre la situación actual, momento en que en vez de abandonar funciones y recluirse en sus casas, «seria el momento del valor fundamental por el bien mayor de conservar la vida de los menores en el espacio más seguro que es la escuela», priorizó.