El niño Anthony Matías Galván, de nueve años, que resultó con quemaduras de tercer grado, cuando se encontraba hurgando entre la basura en el vertedero Rafey, clama por la solidaridad de aquellas personas que puedan ayudarlo a curar sus pies.
Y es que aunque logró caminar , se cansa muy rápido, por lo que tiene que usar una silla de ruedas. Además esta condición le ha convertido en un niño muy tímido porque se avergüenza del estado de sus piernas.
Por su lado, la madre del menor Altagracia Galván expresó que hace más de un mes que no lo lleva al hospital para que le curen las heridas por falta de recursos económicos ya que no tiene empleo.
Altagracia dijo que vive junto a Anthony y sus otros hijos en extrema pobreza en el sector Santa Lucia de Cienfuego, en Santiago.