Familiares la sargento mayor de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre ( DIGESETT, que supuestamente se suicidó en un baño de la Embajada de los Estados Unidos, piden que se investigue a fondo el hecho.
Y es que los parientes de Anny Montero aseguran que ésta no dio indicios de que algo andaba mal, aunque sí llegó a manifestar constantemente de la situación de hostigamiento que vivía en su trabajo.
«Ella me decía que la tenían hostigada. Aparentemente era algo fuerte porque ella lloraba mientras me lo contaba», explicó un hermano de la sargento.
Al mismo tiempo el joven manifestó que no le cuadra el panorama en fue encontrado el cuerpo sin vida de su hermana. «La pistola quedó a su alrededor muy distante de ella se encontraba».
Se recuerda que le hecho ocurrió el pasado viernes y desde entonces doña Minerva Montero, madre de la joven dice que siente que se ha ido la mitad de su vida.
«Ella era buenísima, lo perdí todo, perdí mi tesoro. Ella era mi vida», declaró.