Londres.- Uno de los mayores iceberg del mundo, de unos 5.800 kilómetros cuadrados, se ha desprendido del segmento Larsen C de la Antártida, lo que deja al resto de la plataforma vulnerable a rupturas futuras, revelaron hoy los expertos de la universidad galesa de Swansea, en el Reino Unido.
Los científicos llevaban vigilando el desarrollo de una gran grieta abierta en esa zona del continente blanco desde hacía más de una década, pero el proceso de ruptura se aceleró a partir de 2014, lo que pronosticaba la inminencia de este suceso.
El desprendimiento definitivo del iceberg tabular ocurrió en los dos últimos días, confirmó hoy el “Proyecto Midas” de la Universidad de Swansea, que precisó que no “tienen conocimiento” de que esté “relacionado con el cambio climático provocado por el hombre».
En un comunicado, los expertos indicaron hoy que el enorme témpano, que se espera sea denominado A68, pesa más de un billón de toneladas y tiene una extensión equivalente a un cuarto del territorio del País de Gales o a 55 veces la ciudad de París.
Según Midas, la rotura fue detectada el miércoles por el instrumento satelital Aqua MODIS de la NASA, cuando pasaba por la plataforma de hielo Larsen C y captó a través de sus sensores de infrarrojos la presencia de agua en la grieta entre el iceberg y el segmento, señal inequívoca del desprendimiento.
“La grieta era apenas visible con estos datos en las últimas semanas, pero la marca es tan clara ahora que debe de haberse abierto considerablemente a través de toda su longitud”, explicó en la nota el profesor Adrian Luckman, del “Proyecto Midas».
El nuevo iceberg, de unos 200 metros de grosor, no se desplazará ni muy rápido ni demasiado lejos a corto plazo, pero los científicos seguirán muy de cerca su evolución ante la posibilidad de que los vientos y la corrientes le empujen hacia el norte, donde puede convertirse en un peligro para la navegación.
Aunque el A68 ha entrado en la lista de los diez bloques más grandes registrados, se queda aún lejos de los 11.000 kilómetros cuadrados que tiene el iceberg B-15, que se separó de la plataforma antártica Ross en 2000 y cuyos fragmentos lograron llegar hasta Nueva Zelanda seis años después.