Creo que uno de los retos más grandes para poder mantener una piel saludable es la rutina diaria. Aunque vayamos a hacernos un facial al menos una vez al mes, el 80% de una piel saludable es el seguimiento en casa, y muchas veces, gastamos y gastamos en productos cosméticos que luego no usamos por falta de disciplina.
Creo que mientras más simple es la rutina va a ser mucho más fácil crear un hábito, aquí mi recomendación: Tener los productos faciales como limpiadora, exfoliante y protección solar en tu lavamanos, de modo que cuando te cepilles al levantarte y al acostarte, los puedas usar ahí mismo de inmediato.
En tu mesa de noche, coloca tu crema de ojos y un tónico, de modo que antes de dormir, te apliques el tónico y luego con tu dedo anular, te apliques la crema de ojos alrededor con movimientos circulares contrarios al reloj. Ya el fin de semana que estés con más tranquilidad, puedes autoregalarte una rutina más intensiva aplicando una mascarilla natural que tu piel agradecerá.
Mascarilla refrescante
Para este calor infernal, una mascarilla casera nocturna nunca cae mal. Mezcla en una taza unos trocitos de sábila fresca, agrega un puño de avena entera y una cucharada de yogurt, guarda el puré en la nevera y cada vez que quieras refrescar tu rostro, aplica este puré y deja actuar por 15 minutos. Vas a ver qué fabulosa despertarás al día siguiente!
Té revitalizante
Para iniciar el día con buen pie, dicen que siempre hay que tomar un buen té. Pues un té con chinola, canela, manzanilla y anís estrella, es una tizana perfecta por sus beneficios. La canela mejorará tu sistema digestivo, la manzanilla te mantendrá calmado, el anís estrella fortalece tu sistema inmune y combate gripes y resfriados, la chinola te aporta vitaminas A y C, muy necesarias en estos tiempos.
Tocar el pasto
Hace unas semanas, por un dolor fuerte en la cervical, me indicaron darme ondas electromagnéticas, pues el doctor que me asistió, muy amablemente me recomendó varios tips que me ayudarán a sanar más rápido el dolor. El que más me inspiró fue hacer “grounding”, mejor dicho pisar el pasto o grama, ya que el efecto de pisar la grama y conectar con la naturaleza viva aporta mejorías en la calidad de sueño, reducción de dolores, regulación del cortisol, control del estrés, mejoras en la fluidez de la sangre y en la regulación de la glucosa. Diariamente unos minutos estaría perfecto.