Voces de la diáspora dominicana en España

Voces de la diáspora dominicana en España

Mukien Adriana Sang

No me llames extranjero
Porque fue distinto el seno
O porque acunó mi infancia
Otro idioma de los cuentos.

Rafael Amor

¿Madrid se enamoró de mí o fue al revés?
He tratado de contarle a mis dos hijos de mi familia. Hacerles partícipes del sazón dominicano. Hacer de nuestra casa una mezcla de aquí y de allí para se sientan cómodos en ambos mundos”.

Así que tengo dos patrias, dos nacionalidades “y no estoy loca”. Vilma de Rosa Bergés. Migró en 1975.
Continúo en esta última entrega extrayendo algunos pasajes que me han parecido interesantes del libro “Voces de la Diáspora Dominicana en España”, publicado por la embajada dominicana en el Reino de España, cuyo embajador es el queridísimo amigo Juan Bolívar Díaz Santana. La edición estuvo a cargo de su esposa, Ada Wiscovitch. Fueron 17 relatos escritos con sencillez y profundidad del alma de personas que se hicieron suyas la patria de adopción. Sin rebuscar palabras, dejando solo que hablara el corazón, los testimonios tienen un común denominador: las oportunidades se ganan con el talento y el trabajo, sin importar tu origen ni tu acento.

Bernarda Jiménez, muy conocida en los círculos políticos de España, por ser ella una de las grandes líderes del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), migró en los primeros años de la década de 1980 y su sensibilidad social la convirtió en la voz de los migrantes: “Aprovechando la solidaridad nacional e internacional por el asesinato de Lucrecia Pérez, pudimos ayudar a otros colectivos a organizar asociaciones de inmigrantes para emprender un trabajo organizativo que sirviera de puente entre el Gobierno y la sociedad. A través de esas asociaciones creamos una plataforma nacional que se convirtió en interlocutora con el Gobierno Español para acelerar el proceso de una legislación progresista de inmigración”. Por su compromiso social, Bernarda fue condecorada en 1995 por el Rey de España con la medalla Cruz Roja. Su activismo ha sido tan grande que ha estado presente en todas las iniciativas del Gobierno e incluso fue nodal su participación en la elaboración de la Ley de Extranjería, posibilitando que miles de dominicanos pudiesen ser legalizados.

Cosentino City Madrid Portada
Imagen aérea de la ciudad de Madrid

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Quise seleccionar a una de las migrantes más recientes y de otra generación. Crismeidy Ureña, periodista que llegó a España en el año 2010 para hacer un máster en Comunicación Corporativa y Relaciones Públicas en la Universidad Camilo José Cela y se quedó. “Si me preguntan cuál ha sido uno de los mayores aprendizajes que me ha brindado España, diré que es el ser inmigrante. Es una escuela que te permite enfrentar desafíos que empiezan desde su interior y ponen a prueba el conocimiento, la creatividad, la templanza, la fuerza de voluntad y el valor. ¡Gracias, Señor, por este maravilloso viaje, ¡que cada día me abre las puertas hacia un nuevo aprendizaje!”.

Kenia del Orbe Ayala se fue a España a realizar un máster. Regresó a República Dominicana en 2012, pero no encontró quién le abriera las puertas, sencillamente porque no tenía conexiones. Regresó a España a hacer su doctorado en Comunicación en la Universidad Complutense de Madrid. Ya se casó con un español y ahora pasa balance a su experiencia: “Al terminar quiero dejar constancia de que me he insertado confortablemente en la sociedad española y que estoy muy a gusto. Considero a España mi segunda patria y estoy muy agradecida de que me dieran la oportunidad de poner en práctica los conocimientos adquiridos. Confieso que ha sido un proceso muy interesante en mi vida y en la de mi familia. Espero seguir creciendo personal y profesionalmente. Anhelo que algún día mi país pueda valorar mejor los talentos que tiene en el extranjero, y confío que seguiré aportando mi granito de arena para lograr una sociedad más justa e inclusiva que pueda mejorar la vida de la gente. Por último, quiero seguir disfrutando los buenos momentos que nos presenta la vida, rodeada de mis familiares y amistades. Y recordar que siempre con esfuerzo, dedicación y empeño se pueden alcanzar los sueños.”

Finalizo esta entrega con las palabras de mi querida Ada, alma de esta obra: “Todas las voces presentes aprecian haber venido a España y varias sienten que este es su país. Otras sienten nostalgia por el terruño tropical, pero nadie habla de regresar por tiempo indefinido o permanente a la República Dominicana”.

Un libro sencillo, hermoso, sobrecogedor y realista. Esperamos que el segundo volumen salga pronto. Gracias queridos Juan Bolívar y Ada por este esfuerzo, por darle voz a esa diáspora nuestra que ha hecho realidad el sueño de la ciudanía universal”.

Imagine there’s no countries (Imagina que no hay países)
It isn’t hard to do (No es difícil hacerlo)
Nothing to kill or die for (Nada para matar o morir)
And no religion too (ni tampoco religiones)
Imagine all the people (Imagínate a todo el mundo)
Living life in peace (Viviendo en paz)

You John Lennon

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