Izium quedó devastada, con edificios oscurecidos por las llamas y con las huellas de los ataques de artillería
Con la mano sobre el pecho, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski observó el miércoles cómo se izaba la bandera de su país sobre la ciudad recapturada de Izium, durante un inusual viaje fuera de la capital que puso de relieve la vergonzosa retirada de Moscú ante una contraofensiva ucraniana.
Las fuerzas rusas dejaron la maltrecha ciudad la semana pasada a medida que los soldados ucranianos realizaban un sorprendente avance que ha recuperado grandes franjas de territorio en la región de Járkiv, en el noreste de Ucrania.
Bajo la mirada de Zelenski, quien entonaba el himno nacional, la bandera de Ucrania se izó frente al destruido ayuntamiento de la ciudad. Después de casi seis meses de ocupación rusa, la mayor parte de Izium quedó devastada, con edificios residenciales oscurecidos por las llamas y con las huellas de los ataques de artillería.
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En el lugar en el que solía haber un edificio sólo quedó un enorme cráter y pilas de escombros.
“La imagen es muy impactante, pero no es impactante para mí”, dijo Zelensky en unas breves declaraciones a la prensa, “porque empezamos a ver las mismas imágenes de Bucha, de los primeros territorios desocupados (…) los mismos edificios destruidos, gente asesinada”. Bucha es una pequeña ciudad a las afueras de Kiev de donde las fuerzas rusas se replegaron en marzo. Tras la retirada, las autoridades ucranianas descubrieron cuerpos de cientos de civiles, muchos con signos de tortura, tirados en las calles, en patios y en fosas comunes.
Los fiscales afirmaron que han encontrado seis cuerpos con huellas de tortura en los poblados recapturados recientemente en la región de Járkiv. El director de la fiscalía de Járkiv, Oleksandr Filchakov, señaló que los hallazgos ocurrieron en Hrakove y Zaliznyche, unos poblados ubicados unos 60 kilómetros (35 millas) al sureste de la ciudad de Járkiv.