“¡Mi mayor logro ha sido la sustentabilidad de la entidad!”
“Trescientos sesenta y cuatro… y, trescientos sesenta y cinco!.. ¡Lo logré!” –grita Píndaro, al terminar de subir los escalones de la escalera del Monumento a los Héroes de la Restauración, en Santiago-… “¡No señor, a usted le falta un escalón… Este es un año bisiesto y cuando el monumento se construyó se pensó en que debía tener 366 escalones para hacer este ejercicio cada cuatro años!”…. Píndaro explota de la risa por el invento de Herminio… ¡Ni el personal del monumento se atreve a asegurar cuántos escalones tiene la escalera!… “¡Aquí se encierran muchos mitos y fantasías… ¡Ese es uno de ellos!”… Quien así habla, es el arquitecto José Manuel Antuñano Peralta, Director del Monumento que, sin dejarse ver, les ha acompañado en su monumental escalada.
Píndaro y Herminio se secan el sudor y están felices de que el director esté con ellos, admirando las bellezas de Santiago… Píndaro es el primero en mirar hacia lo más alto y preguntar… “¿Este es el ‘ángel de la paz’ de que tanto se habla?… “Esta estatua, terminada en bronce, tiene nueve metros de altura y ahora con los drones hemos redescubierto detalles que antes se nos perdían –comenta José Manuel-… Hace un año, en el 75 aniversario, descubrimos que tiene un rostro muy atractivo… El arquitecto Cuqui Batista –felizmente todavía entre nosotros-, que estuvo acompañando al francés responsable de la pieza, nos refirió que la modelo en que se inspiró el escultor para el diseño fue una señora de la vida alegre, del sector de Pueblo Nuevo”.
Escuchándolo, Píndaro mete la cuchara y expresa: “¡Tremenda responsabilidad tienen tú y tu equipo ante la sociedad de Santiago!”… La respuesta no se hizo esperar… “Inmensa… inmensa… Ver el monumento desde fuera es muy fácil, como yo lo veía antes de aceptar este cargo… Pero, desde adentro es otra óptica… ¡Se inició a construir el 30 de Abril del 1944 y en su interior está guardado un valioso tesoro para los visitantes que se interesen en descubrirlo!”.
“¿Un tesoro?” –pregunta Píndaro-… “Así es –responde José Manuel-… Es un museo dedicado a los Héroes de la Restauración… Una pequeña biblioteca y una sala de lectura dedicada a Pedro Francisco Bonó”… “¿Y cómo se mantiene esta joya de la corona santiaguera? –cuestiona Herminio-… “Lo administrativo es cada día más riguroso –le responde Antuñano-… Los cheques que aquí se emiten son auditables y tienen su origen en una cuenta única, teniendo sustentación y un aval del suplidor que nos confirma que ese pago está conforme en su origen”.
“¿Y, de dónde provienen “los cuartos” para ustedes poder pagar los gastos del monumento?” –se interesa Píndaro-… “No recibimos un subsidio –responde cabizbajo José Manuel-, Debemos autogestionarnos porque, además tenemos la responsabilidad de dar mantenimiento a 42 hectáreas de jardinería abierta a todo tipo de público y educación… El arquitecto Mamoru Matsunaga diseñó y construyó cada rincón de nuestro jardín… Plantas endémicas, rocas traídas desde Jacagua, canas., azahares, y 30 árboles samanes circundan el Cerro del Castillo, que es donde está enclavado el monumento”… “¿Y cómo te entran los cuartos para mantener esta mole?” –cuestiona Píndaro-… “Con un personal motivado permanentemente, los ingresos proceden de las visitas estudiantiles y los turistas, pero estamos cerrados desde marzo por la pandemia… No tenemos un patronato que nos auxilie y asesore… Sin embargo, contamos con el apoyo de varias empresas de Santiago cuyas actividades importantes las realizan en esta área y ese ingreso nos permite un balance aliado” –expresa Antuñano-.
“Los espacios para estacionamientos en los alrededores del monumento eran nuestros, pero hace 4 años el alcalde se hizo cargo de ellos, usurpando el uso de los mismos… Eso provocó un asunto legal con el Ministerio, todavía pendiente de solución… Mientras tanto –reflexiona-, hemos establecido esas alianzas público-privadas que nos permiten, momentáneamente, generar algunos ingresos”.
“¿A qué aspiras, José Manuel?” –es la pregunta del millón de Píndaro-… “Pretendo, al culminar estos cuatro años de gestión, explotar más esa historia grandiosa que tiene este Cerro del Castillo, protagónico en muchos aspectos… Completar un programa de iluminación para dar vida a esta obra durante las noches… ¡Mi mayor logro ha sido la sustentabilidad de la entidad, con cuentas al día y un personal con mejores criterios, fomentándoles la voluntad como su principal herramienta de trabajo para dar servicio a un promedio de 5,500 visitantes anuales!”-
Santiago cuenta con un valioso y aprovechable joven, cuya trayectoria la traza su crecimiento mientras casi completa su Maestría en Museos, a través de un programa estructurado entre la UNPHU, el Ministerio de Cultura y el International Council Museum –de Francia-, y así formar parte de la primera promoción de museólogos de Centro América y el Caribe.