A medida que el voto anticipado bate récords en Estados Unidos, los analistas políticos y las campañas revisan una gran cantidad de datos sobre los en busca de pistas para responder a las cuestiones clave: ¿Quién está votando? ¿Quién va ganando?
Por un lado, las respuestas pueden ser sencillas. Los demócratas registrados están superando significativamente a los republicanos registrados, en 14 puntos porcentuales, en estados que reportan la afiliación de los votantes, según un análisis del voto anticipado realizado por The Associated Press.
Pero este dato no cuenta toda la historia. La boleta elegida por muchos estadounidenses no es la del partido por el que están registrados. Además, las encuestas muestran que los republicanos han atendido las advertencias infundadas del presidente, Donald Trump, sobre el voto por correo y una gran cantidad tiene la intención de votar en el día de las elecciones. Esto supone que esta oleada demócrata podría dejar paso a una republicana el martes.
El panorama se complica más por las circunstancias sin precedentes en las que se celebran estos comicios. Aunque los demócratas están ansiosos de señales de que partes clave de su coalición — votantes jóvenes, negros y los que participan por primera vez — están comprometidas, las comparaciones con 2016 son difíciles.
A continuación, un vistazo a lo que sabemos, y lo que no, sobre el voto anticipado.
REPUNTE DEL VOTO ANTICIPADO
Hasta el viernes por la tarde, 86,8 millones de personas habían votado en las elecciones presidenciales. Eso equivale al 63% del total de boletas presentadas en los comicios de 2016. La mayoría de los expertos electorales creen que en estas participarán entre 150 y 160 millones de personas, lo que supondría que se ha superado el ecuador de la votación. En un estado, Texas, ya se han emitido más de los que hubo hace cuatro años.
Los demócratas tienen una importante ventaja sobre el Partido Republicano en el voto anticipado — 47% frente al 33% — según el análisis realizado por la AP de los datos de la consultora política L2.
Esto no significa que los demócratas vayan a ganar. Pero sí incrementa la presión sobre los republicanos para lograr una ventaja similar, o mayor, el 3 de noviembre.