Con los réditos de Dante/ que ilustró los plurales infiernos/ donde la mente libertina/ platica todavía con el pecado.
Con la hipnosis de Cesar Pavese/ quien obnubilado por la belleza le dijo a su amante/ que vendría la muerte y tendría sus ojos.
Con el Quijote de la Mancha/ quien se inventó a Dulcinea del Toboso/ para llenar de amor su soledad arrebatada/ y le puso luz y latidos a sus días nublados.
Voy a entrar en su novela/ Señorina de las primaveras bilingües de Estambul/ donde el corazón es un techo rojo de orquídeas y luna rota.
Usted señorina/ vuela y trastoca los tejados/ desborda mi imaginación/ la pone al servicio de ventiscas y pan de pimientos/ en una salobre iniciación de pájaros y costa azul.
Voy a entrar en su novela Señorina/ sólo quiero ver el tiovivo de la lluvia cayendo sobre su frente/ sólo quiero desechar las comisarias/ la tarea policial en servidumbre de canallas. Sólo quiero verla señorina/ invitarla a salirse de la novela/ para yo llevarla conmigo/ y proponerle cruzar a hurtadillas la Vía Láctea.
Voy a entrar Señorina en el Arco del Triunfo/ y la quiero aquí/ como una monja liberada/ ahíta de lumbre y soledades para tocar firmamentos anónimos/ compases de luces desocupadas/ breves instantes que enceguecen/ y nos sugieren la eternidad escondida.
Voy a entrar Señorina/ con fecha de vencimiento/ al albur sonoro de su lengua atareada/ en un abrir y cerrar de ojos/ para sentirme un poco creador del cielo y la tierra/ falsario locuaz que vivo a medias/ mi límite de pan y granja.
Voy a entrar Señorina/ en su novela como anfitrión de musas/ incólume fantasma sonoro/, oriundo de orbes alucinados / diafragma oscuro del amor trepidante/ que nos creó a su imagen y semejanza.
Tony Raful
Roma
1O de noviembre 2024