La lucha contra el cambio climático se va a ganar o perder en las ciudades. El modelo de crecimiento económico predominante en el mundo, generó una evolución climática adversa. Elevó amenazas, vulnerabilidades y riesgos ante eventos naturales, especialmente para sequías e inundaciones.
De las provincias declaradas frecuentemente en emergencia, la única que ha hecho su tarea es Santiago. Siendo la más estudiada, planificada e intervenida. Donde se tiene un órgano de concurrencia, el Consejo de Desarrollo Estratégico de Santiago (CDES), con 350 entidades participantes.
El estudio de amenazas, riesgos y vulnerabilidades realizado identificó los principales eventos naturales que amenazan Santiago y la probabilidad de ocurrencia de desastres geosísmicos.
Asimismo, lo hicieron datos y cartografía satelitales actualizadas. El crecimiento urbano planificado debe controlar los asentamientos en zonas de riesgos. Más de 60 mil personas y más de US$200 millones están en riesgo en Santiago.
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¿Cómo definimos amenaza, vulnerabilidad y riesgo? Amenaza es un peligro latente asociado a peligros naturales que pueden manifestarse en un sitio específico y un tiempo determinado. Produce efectos adversos en población, infraestructura y biodiversidad. Vulnerabilidad es la suma de factores precipitantes endógenos de un territorio. Es la predisposición intrínseca de ser afectado o susceptible de sufrir daños. Es la susceptibilidad física, económica, política o social que tiene una comunidad de ser afectada. Estadísticamente la vulnerabilidad es el porcentaje de población, infraestructuras productiva, servicios, instalaciones y recursos naturales dentro de zonas de peligro, potencialmente afectables. Riesgo es la medición de resultados económicos, sociales y ambientales en un territorio, durante un tiempo de exposición determinado. Es el producto de relacionar amenaza y vulnerabilidad. Al igual que la vulnerabilidad, el riesgo está relacionado a población, infraestructura, instalaciones y recursos naturales, expresándolos en términos de vidas (en el caso de población) y en términos económicos en otras categorías.
La amenaza por desbordamiento de cauces en Santiago fue abordada mediante definición de calados (profundidad del agua), escorrentía y velocidades asociadas a eventos de crecida con diferentes probabilidades de ocurrencia. La exitosa intervención de Inapa-Coraasan en el río Gurabo se fundamentó en estos parámetros. Para Santiago, el modelo hidrológico integra la cuenca y permite calcular hidrología, hidráulica de redes de saneamiento y drenajes. Se calculó el evento máximo de inundación para un hecho asociado a liberación de caudal máximo de 4,000 metros cúbicos por segundo (m3/seg).
Santiago hace su tarea, ahora más con el auspicio permanente del presidente Luis Abinader y la gestión asertiva del Ayuntamiento.