Hace algunas semanas el excelentísimo señor presidente de la República, Luis Abinader Corona, puso en manos del Consejo Económico y Social (CES) una propuesta para el “Pacto Nacional por el Agua”, para que sea consensuado con los diferentes sectores de la vida nacional. Dicho documento fue elaborado por el Gabinete de Agua, creado por el propio Presidente.
Además del suministro de agua potable, este documento aborda todo lo relativo a la ejecución de un programa de manejo integral, protección y conservación de las principales cuencas hidrográficas del país, entre las que se encuentran: las del Yaque del Norte, Ozama e Isabela y las del Yaque del Sur, Pedernales, Nizao, Baní y Ocoa, así como la construcción de 17 presas a nivel nacional y 58 acueductos, en la presente gestión de Gobierno.
Esta decisión anunciada por el Presidente merece todo el respaldo, pero para nuestra sorpresa, la cuenca del río Camú, una de las más importantes del país y la presa de Guaiguí no fueron incluidas en dicho pacto, a pesar de que el propio mandatario había anunciado meses antes a los legisladores de La Vega, que la misma estaría contemplada en el presupuesto del año 2022.
Esta omisión pone en entredicho y tira por el suelo dicha promesa ante todos los sectores políticos, empresariales, agropecuarios y sociales de esta provincia y de la región del Bajo Yuna, que hoy se sienten decepcionados con esta decisión.
Debido a que el río Camú está al borde de su desaparición, fruto de la deforestación indiscriminada e inmisericorde de su cuenca hidrográfica, así como a la extracción irracional de sus arenas y gravas, es urgente e impostergable la terminación de dicha presa, la cual se encuentra en un 40% de construcción.
De lo contrario, el municipio de La Vega corre el riesgo de quedarse sin agua potable en los próximos cinco años.
La construcción de esta importante obra, la cual ha sido un anhelo de todos los veganos, fue iniciada en el año 2001 durante la administración del expresidente Hipólito Mejía, mediante un préstamo de US$70 millones con el ABN AMRO BANK (Banco Nacional de los Países Bajos), Holanda, pero fue paralizada en el año 2003
Entre los objetivos y beneficios que se persiguen con esta importante obra, se encuentran: Almacenar el escaso caudal de agua que aún conserva el río Camú y que actualmente no se está aprovechando en su justa dimensión, como única solución para garantizar el suministro de agua potable para La Vega, otros municipios y provincias por los próximos 30 años; controlar la correntía de 77 kilómetros cuadrados de dicho río, con lo que se preservarían vidas y propiedades en la zona del Bajo Yuna, amenazada por sus riadas y crecidas, así como preservar su cuenca hidrográfica.
Además, regular el caudal de agua para los sistemas de reguío del río Camú, incorporando unas 200 mil tareas para el cultivo de arroz, plátanos, yuca y otros rubros agrícolas, con lo que se obtendría un rendimiento en la producción de hasta un 150%; posibilidad de generar unos 12.5 GW/hora de energía hidráulica al año, lo que ahorraría divisas al país, entre otros.
Por todo lo antes expresado, honorable señor Presidente, le sugerimos que escuche a los representantes de todos los sectores del municipio de La Vega, sobre lo que significa esta importante obra, para que la misma sea incluida en el programa de construcción de presas y del sistema de conservación y preservación de las principales cuencas hidrográficas del país, que muy atinadamente usted ha anunciado.
Es una obra rentable a mediano y a largo plazos, de vital importancia para La Vega, la región y el país; está sustentada en estudios geológicos, hídricos y medioambientales aprobados y avalados por organismos internacionales y por los propios técnicos de EGEHID y el INDHRI.
En términos financieros, para nuestro país es más conveniente concluir la misma, pues no tiene sentido continuar pagando intereses sobre un préstamo, cuya obra se encuentra paralizada; es de un gran impacto social y económico y ya cuenta con financiamiento.