Padres denuncian que en algunos centros para nuevo ingreso priorizan a estudiantes de notas altas y sacan a reprobados
En el último escalón del período escolar 2022-2023 empiezan las tortuosas diligencias de padres y madres que buscan cupo para el nuevo año lectivo y quedan al descubierto las falencias del sistema, en las que es visible la responsabilidad de autoridades y contratistas de obras.
La denuncia de progenitores de que la lista de espera que reposa en los escritorios de los directores y de la que dependerá que los solicitantes accedan a esos centros, está condimentada con el ingrediente de que para nuevo ingreso priorizan a los estudiantes de mejores calificaciones, y sacan a los viejos que reprueban. Otras dos formas de discriminación.
El catálogo de la carencia de aulas reúne a planteles a medio talle por el no pago de las cubicaciones, o porque los responsables demoran sin razón explicada a la comunidad educativa y contiene a centros urgidos de reparación cuyo estado los trastoca en riesgo y más que el pan de la enseñanza pueden dar la muerte.
Como en un menú, los tutores desglosan a este diario la cantidad de escuelas y liceos en los que en este ciclo tampoco habrá docencia, salvo un milagro. El clamor llega a esta redacción desde Villa Mella, Los Jardines del Norte, Los Ríos, Los Alcarrizos, Pedro Brand. Esto en el Gran Santo Domingo.
La precariedad la afrontan similar alumnos de San Cristóbal, Azua, San Pedro de Macorís, Santiago, y Espaillat. El registro penoso asentado en este medio espera por la atención del Ministerio de Educación.
Inclusión real, escuela para todos
A las aulas
Luis González, padre de un estudiante de primaria, confía en que las autoridades moverán la mano y cumplirán con el lema “Que nadie se quede fuera”, para que todos los niños tengan derecho a recibir la enseñanza, ese pan que salva vidas.