Hay mucho nerviosismo entre los gerentes y jugadores al llegar la fecha límite de cambios el primero de agosto. En honor a la verdad solo hay dos nombres que pueden estremecer. Uno es Shohei Ohtani y el otro es Juan Soto.
De Ohtani pienso que su destino apunta a los Yankees de Nueva York. Si no se da ese negocio, entonces nadie puede descartar que los Yankees le tiren a Soto.
¿Por qué?
Los Yankees están pasando trabajo en la división este, al margen de que tienen posibilidad con los wild-cards, y la única forma de dar un golpe de efecto es adquiriendo a un jugador de ese nivel de calidad.
Ahora bien, ¿Cambiará San Diego a Juan Soto?
Es algo que hay que verlo para creerlo. Ellos salieron de un grupo de peloteros por él, y creo que le aseguraron un futuro contrato.
El asunto no ha avanzado más porque Soto ha tenido algunas caídas y eso tiene chivo a San Diego. De todas formas, dentro de los planes de los Padres de ser una potencia, aunque no ganen, debería estar quedarse con Soto.
Creo que todavía hay espacio para negociar porque incluso a Soto le tocaría arbitraje en el 2024. Me resisto a creer que un jugador de 24 años se haya acabado, por lo que apuesto a su resurgir.
Hay pocos bateadores con su calidad, y desesperarse podría ser peligroso para San Diego. Visto así, yo lo dejó ahí, con Manny Machado y Fernando Tatis Jr, y trato de fortalecer el pitcheo.
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