NUEVA YORK. El cantautor venezolano Yordano se recuperaba el martes de una operación a la que se sometió tras sufrir una fractura de fémur.
«Está con oxígeno y monitoreado. Se quedará toda la noche allí. Ya mañana lo pasan a una habitación», dijo a The Associated Press su esposa y manager, Yuri Bastidas, desde el hospital Mount Sinai en el condado de Queens. El músico se encontraba estable y consciente, señaló.
Yordano, quien padeció un cáncer de médula ósea ahora inactivo, sufrió una caída el lunes y se fracturó el fémur a nivel de la ingle, había dicho Bastidas horas antes de la operación. Entre lágrimas solicitó nuevamente apoyo para hacer frente a este contratiempo a través de la campaña de recolección de fondos en GoFundMe #ManantialdeCorazónparaYordano. «Se cayó tontamente en la casa», contó vía telefónica.
«Tiene contusiones en el cuerpo por su fragilidad capilar. Con todo ese tratamiento que le pusieron se quedó sin masa muscular, se quedó muy débil. … Tiene mucha debilidad en las piernas, entonces hay que estar pendiente». Yordano, cuyo álbum «El tren de los regresos» fue nominado a un Latin Grammy el año pasado, ha atravesado cuatro años de quimioterapias, un trasplante de médula, complejos tratamientos, complicaciones y un aluvión de fármacos. En una entrevista el pasado diciembre dijo que lo sostiene, además del amor de su familia y allegados, «toda la ayuda que he recibido desde que hice público lo que estaba pasando».
«Para mí es muy difícil esto, no es fácil», expresó en una entrevista en Nueva York, adonde se mudó con Bastidas debido a su enfermedad. «Y bueno, por un lado la energía de la gente en la calle, la gente que me decía, ’Yordano, rezo por ti’».
Contó que tras el trasplante de médula al que se sometió hace unos tres años perdió alrededor de 30 kilos (66 libras) de masa muscular y que al principio tuvo «que aprender a caminar» de nuevo.
El tratamiento posoperatorio es largo y complejo. El cantautor explicó que tomaría en total seis años para que su cuerpo acepte por completo las células madre que recibió de un donante, y que costearlo solo se le ha vuelto complicado, pues no puede trabajar como antes y no tiene seguro de salud en Estados Unidos.
«Ese proceso requiere de un seguimiento y tratamiento continuo. Cada vez se va espaciando un poco más, a menos que haya algún inconveniente en el trayecto», dijo.