El sábado pasado el jovencito Yeison Santos Figuereo, de 18 años, conoció el rostro más crudo de la violencia y de la indiferencia en la que se ha sumido la población ante la frecuencia de hechos: en un abrir y cerrar de ojos se vio sin su antebrazo izquierdo y con el derecho severamente lesionado.
El hecho ocurrió en Santo Domingo Este, cuando Yeison y otros jóvenes de la Iglesia Adventista Luz Celestial, en Vietnam, desarrollaban un juego de baloncesto con un equipo del sector El Cachón de la Rubia.
El joven describe que dentro del juego uno de su equipo, accidentalmente, golpeó a otro del grupo contrario provocándole un pequeño sangrado en la nariz.
Dijo que eso motivó una discusión en la que el joven agredido dijo que ellos (los de la iglesia) no saldrían vivos de allí. “Le dijimos que eso fue en el juego, que no fue intencional, pero de pronto vimos que bajaba un grupo con machetes y salimos corriendo de ese sitio”, cuenta el jovencito.
Explicó que el grupo logró verlo y se escondió debajo de un vehículo, pero al ver que lo alcanzaban subió a pedir auxilio a una vivienda pero no le abrieron.
En ese momento quedó a expensas del grupo que le cercenó el antebrazo izquierdo, le propinó varios machetazos en el derecho, le golpeó con un palo de madera la cabeza y luego emprendió la huida.
Yeison, quien se recupera en el hospital Darío Contreras, dice no tener idea de quiénes lo atacaron pero, ahogado en llanto, dice que lo que más le duele es que cuando pidió auxilio no lo recibió y que estando aún herido, lo que le hicieron fue videos hasta que una persona se acercó y lo ayudó.