Los activos de mercados emergentes registraron una pérdida mensual en agosto debido a que las crisis de Argentina y Turquía han suscitado temores a un contagio global, y debido también a una nueva intensificación de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China.
El índice de monedas de mercados emergentes MSCI cayó un 2,2 por ciento a final de agosto en Singapur, encaminándose hacia una quinta pérdida mensual, la racha alcista más larga desde septiembre de 2015.
En la negociación asiática el viernes, la rupia indonesia cayó a su nivel más bajo desde 1998, mientras que la rupia india se dirigía a su mayor caída mensual en tres años.
Muchos inversores, entre ellos BlackRock Inc. y Pacific Investment Management Co., ven las caídas en los mercados emergentes como una oportunidad para adquirir valores que probablemente se beneficiarán de tasas de crecimiento que superarán a las del mundo rico a largo plazo.
Pero eso no se ha materializado este mes, ya que las acciones de los países desarrollados han registrado mejores resultados gracias en parte a las sólidas ganancias corporativas.
Los problemas más recientes para los activos emergentes vinieron de Argentina, donde el peso cayó a un mínimo histórico, y los responsables de política elevaron el tipo de interés de referencia al 60 por ciento.
En Turquía, informaciones de que el vicegobernador del banco central iba a dimitir hundieron la lira. Otro factor que también ha afectado la confianza: el presidente Donald Trump dijo que seguirá adelante con un plan para imponer nuevos aranceles a China incluso a partir de la próxima semana.
“Los problemas de Argentina probablemente mantendrán la atención de los inversores en los mercados emergentes con fundamentos más débiles, lo que generará ventas en esos países, como hemos visto en Turquía”, dijo Koji Fukaya, máximo responsable de FPG Securities Co. en Tokio.
“Es poco probable que los activos argentinos vean un cambio pronto solo con el respaldo del FMI porque no ha habido mejoras de fundamentos en el país”, dijo.
La crisis monetaria en Argentina más reciente se suma a las dificultades existentes para los mercados emergentes, incluido el fin de una era de dinero barato, las perspectivas de una guerra comercial mundial, las sanciones estadounidenses y las profundas incertidumbres políticas en lugares como Brasil.
No son sólo las monedas de los países emergentes las que sufrieron el mes pasado. Un índice que sigue la renta variable de estos países perdió más del 3 por ciento, mientras que el índice Bloomberg Barclays de deuda del Gobierno en moneda local de mercados emergentes descendió más del 2%.
Algunos analistas dicen que Asia sigue siendo un refugio relativo dados los fundamentos económicos más fuertes de la región.
“Al final, las correlaciones no son tan pronunciadas y no es una reacción de ’lo que el mono ve, el mono hace’ en las monedas asiáticas emergentes”, dijo Vishnu Varathan, jefe de economía y estrategia de Mizuho Bank Ltd. en Singapur.
El peso argentino cayó un 29 por ciento frente al dólar, el peor rendimiento entre las principales monedas de mercados emergentes seguidas por Bloomberg.
La moneda turca le sigue de cerca, con una caída del 27 por ciento. El baht tailandés y el won surcoreano lideran el mercado.