Para muchas personas el trabajo aporta sentido a sus vidas, aumenta su autoestima, sienten que su labor es útil a los demás y encuentran un reconocimiento social. Y, en algunos casos, supone hasta una fuente de satisfacciones donde las personas encuentran cubiertas sus expectativas o deseos de prosperar y a través del cual logran independencia económica.
Pero nada de esto debe frenar, el que se asuma la responsabilidad por su bien y por el bien de los que vengan atrás, de aceptar el papel que todos debemos tomar ante las irregularidades laborales. Sabemos que en la realidad suceden muchas cosas que no son como deberían ser. Es decir, que no se ajustan a la legislación vigente.
Ante estas situaciones, verdaderamente es difícil tomar la decisión de denunciar como empleado, las irregularidades que existen en el trabajo, ya que hay mucho temor a posibles represalias y quedarse sin él. Pero la realidad es que sin perjuicio de ello, debemos conocer cómo se pueden denunciar estas situaciones para que las empresas que hacen caso omiso a las normas terminen de poner en riesgo nuestra salud, bienestar y seguridad en el trabajo.
El ser humano es una persona totalmente influida por factores externos (condiciones económicas, tecnológicas, sociales, políticas y legales). La gente no puede despojarse del impacto de estas fuerzas al presentarse a trabajar. Y por ende, la esencia de una fuerza laboral, sin lugar a dudas, está motivada en la calidad de las relaciones individuales que cada trabajador tiene con sus directivos, y en la confianza, el respeto y la consideración que sus jefes les prodigan diariamente.
Sabemos que muchas veces las malas condiciones laborales pueden ser consecuencia de las políticas de la empresa, del entorno físico o de un empleo precario o rutinario, pero luego de indagar lo suficiente, y de estudiar las políticas institucionales que asumimos al aceptar el trabajo, si es evidente una ilegalidad, considero que es muy importante que se denuncie directamente a la instancia correspondiente, en el Ministerio de Trabajo para el sector privado o al Ministerio de Administración Pública para las instituciones del Estado, que incluye los servicios de exigencia de las responsabilidades administrativas pertinentes en que puedan incurrir empresas y trabajadores, así como el asesoramiento e información a los mismos en materia laboral y de seguridad social.
Para que exista una inspección sobre la irregularidad, se deberá hacer la denuncia de la infracción por escrito, donde quede asentado los hechos que generan la infracción, que conste la fecha y lugar en que ocurrió, se identifique los presuntos responsables, así como esas otras circunstancias relevantes.
Algo que genera inseguridades para dar el primer paso, es que se desconozca o se ignore el principio de que las instancias y/o funcionarios que intervengan tienen el deber de mantener una confidencialidad de los hechos y situaciones que se denuncien, como de los datos, informes y demás cuestiones que ellos tengan conocimiento. Y en la mayoría de los casos, no lo pueden despedir ni disciplinar por informar o presentar una queja sobre su empleador a los agentes de la ley, a una entidad gubernamental o a su propio empleador acerca de actividades ilícitas o violaciones de seguridad en el trabajo.
Yo entiendo de que ya es hora que pongamos punto final a las impunidades de las empresas, porque éstas deben procurar por sus empleados y cuidarlos. No nos desalentemos por favor, aunque sepamos que en la realidad es difícil o prolongado el camino para corregir las infracciones de las empresas, debemos actuar!