El defensa del FC Barcelona Marc Bartra (2i) celebra con sus compañeros, el gol marcado ante el Almería, el tercero del equipo. - EFE
Barcelona. Muchos goles y poco fútbol en la victoria sin brillo del Barcelona sobre el Almería (4-0), el día que el exazulgrana Sergi Barjuán debutó como entrenador de Primera División precisamente ante su exequipo. El conjunto catalán se juega más de media temporada en los próximos trece días y encaró el duelo contra el cuadro andaluz sin poner toda la carne en el asador y con la mente puesta en lo que le vendrá a partir de ahora.
Luis Enrique dio descanso a Piqué, Mathieu, Iniesta y Neymar pensando en los importantísimos cuatro partidos que su equipo tendrá que afrontar en dos semanas- los dos de Liga ante Sevilla y Valencia y los de cuartos de final de la Liga de Campeones contra el PSG.
Bartra, Sergi Roberto, Pedro y Xavi, quien hoy recuperaba galones sobre el campo y el brazalete de capitán, fueron los premiados por el técnico asturiano, y parecía que iban a devolverle la confianza con creces, a juzgar por el gran arranque de partido del Barça. Pero fue un inicio gaseoso que apenas duró diez minutos y en los que los locales encerraron al Almería en su área, aunque sin crear peligro más que en dos inocentes cabezazos de Messi y Luis Suárez.
Un cuarto de hora tardó el conjunto andaluz en salir de la cueva, coincidiendo con la primera aparición del indolente Thievy, capaz de pasar desapercibido durante muchas jornadas y resucitar, casi siempre ante los azulgranas, como un futbolista de mayor jerarquía de la que acostumbra a exhibir.