Italia.- Con un conocimiento magistral en la sastrería clásica, el diseñador coreano Juun.J rompe con patrones antiguos y se obsesiona con el volumen hasta crear siluetas vanguardistas con la intención de definir la silueta del hombre para el próximo otoño-invierno.
La sastrería contemporánea de Juun.J llegó hoy por vez primera a Pitti Uomo con un espectacular desfile celebrado en la Stazione Leopolda de Florencia. El volumen es la columna vertebral de las nuevas propuesta de este diseñador coreao que se empeña en confeccionar prendas que parecen realizadas en 3D.
Las referencias clásicas se fusionan con las raíces asiáticas hasta construir líneas serenas, conceptuales y robustas como se vio en un desfile que arrancó con pantalones pitillo, cazadoras y chalecos en cuero rosa empolvado que recuperaban el espíritu y el concepto de lo amantes de las motos.
Un estilismo minimalista y ceñido al cuerpo en blanco níveo dio paso a abrigos, trencas y gabardinas muy amplias que envolvían trajes de chaqueta con pantalones de campana.
Este diseñador siente pasión e incluso obsesión por el ‘trench’, las gabardinas, las americanas y los abrigos, piezas que combinó con sencillas camisetas y suéter, mientras que la camisa estuvo ausente.
Se vieron importantes y atractivos sastres de raya diplomática conjuntados con jerséis de cuello vuelto ajustados al cuerpo, así como chaquetas a modo de capa, cazadoras ‘bomber’ y sudaderas tamaño XXL que su largo llegaba hasta la rodilla, como si se tratara de un vestido-mini. Junn. J, capaz de deconstruir un traje y construirlo con un halo tan trasgresor como innovador, propone nuevas siluetas inspirada en la cultura de la calle, en un hombre al que no le importa que le miren.
Conocido por su importante y particular sastrería ideada para un hombre cosmopolita, este coreano cerró el desfile con una sinfonía de cazadoras negras ribeteadas en cuellos y puños con piel de borreguito y tatuadas en magas y espaldas con símbolos moteros. Junn.J conjuga juventud y frescura con seriedad y elegancia en fabulosas ‘parkas’ con cremalleras laterales coloreadas en un vistoso azul eléctrico.
Este diseñador coreano, que ofrece prendas con referencias clásicas a Europa y Asia, arrancó su carrera nada más terminar el servicio militar obligatorio. Se graduó en 1992 en la Escuela de Moda de Seúl, ciudad donde tiene su campamento general y desde donde distribuye sus diseños por todo el mundo. Antes de tener su propia etiqueta, es diseñador, con cara de niño travieso, trabajó en importantes casas de moda hasta que en el 2007 estrenó su sello homónimo durante la Semana de la Moda masculina de París en la que se vio una colección urbana que algunos críticos definieron como “sastrería callejera».
Las prendas de este diseñador están tan bien confeccionas que apenas necesitan complementos, es más no se han visto complementos, salvo una funcional mochila.